Chelsea se impuso con autoridad el domingo en la final del Mundial de Clubes en el MetLife Stadium de New Jersey, derrotando 3-0 a un inédito París Saint‑Germain. La goleada se firmó en la primera mitad, con dos goles de Cole Palmer y uno de João Pedro, dejando claro el control táctico del equipo inglés desde los primeros minutos.
La figura indiscutible fue Cole Palmer, quien anotó dos tantos en apenas ocho minutos bajo un sol intenso de más de 29 °C, lo que le valió el apodo de “Ice‑Cole” por su frialdad ante el arco rival. João Pedro se encargó de cerrar el marcador al minuto 43, con un remate sutil tras asistencia de Palmer, sellando el dominio inglés.
PSG sufrió el impacto en el primer tiempo y nunca logró reaccionar. Los parisinos intentaron reaccionar en la segunda mitad, pero quedaron con diez jugadores tras la expulsión de João Neves al minuto 85. La sólida defensa de Chelsea y su presión constante neutralizaron toda amenaza.
Tras el pitido final, Chelsea celebró su primer título en la edición de 32 equipos del Mundial de Clubes, con Reece James alzando el trofeo. El triunfo marca un claro aviso de la nueva fuerza del bloque inglés en competiciones mundiales, consolidando a Palmer como la figura emergente del certamen.
La victoria de hoy no solo redondea un torneo impecable para Chelsea, sino que también golpea la narrativa de PSG como favorito, quien dejó en claro que aun los cuadros europeos más costosos no garantizan resultados. El título pone a los ingleses en la élite mundial y cierra un capítulo memorable en la historia reciente del fútbol de clubes.