La propuesta de cerrar la Escuela Primaria Tipo “21 de Agosto” y la Escuela Secundaria Técnica Número 1 (ETI) en San Luis Potosí para destinar los espacios a la Universidad Nacional Rosario Castellanos ha desatado una fuerte polémica. La medida, que busca ampliar la oferta universitaria, ha sido cuestionada por su impacto en estudiantes con necesidades educativas específicas, particularmente aquellos con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
La Primaria Tipo 21, reconocida por su programa de atención especializada (USAER), ha sido un pilar para niños con TDAH al ofrecerles herramientas que facilitan su aprendizaje e integración social. Su posible cierre no solo pone en riesgo a estos menores, sino que también evidencia una desconexión entre las decisiones gubernamentales y las necesidades reales de la población estudiantil.
Las familias afectadas han organizado protestas y lanzado una campaña en Change.org, que ha reunido miles de firmas. Mientras tanto, el Arzobispado local ha propuesto que la universidad se instale en la Huasteca Potosina, una región con menos acceso a educación superior, en lugar de afectar a los estudiantes de la capital.
El caso de la ETI, con solo 250 alumnos inscritos, refleja un desafío adicional para mantener su operación frente a la exigencia de ampliar la matrícula. Por su parte, la Tipo 21 cuenta con 700 estudiantes, lo que podría darle mayor margen de acción para evitar el cierre.
Los cuestionamientos no solo giran en torno al impacto en los niños con TDAH, sino también al enfoque gubernamental en la educación. El cierre de estas escuelas pone en evidencia la falta de estrategias para equilibrar la ampliación de la oferta educativa superior sin perjudicar a la educación básica, que es la base del desarrollo social, coincidieron representantes comunitarios.