La historia está plagada de sucesos que nos han hecho pensar que el fin del mundo ha llegado. Guerras, meteoritos, eras glaciales… sin embargo, la amenaza que se encuentra cambiando nuestra “realidad” es tan pequeña que es invisible a nuestros ojos: los virus, y un ejemplo de su ferocidad aniquiladora es el Ébola.
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Ignorada porque su presencia solo se ha observado en África, este virus bien podría dar la misma batalla que el covid-19. También llamada fiebre hemorrágica, es una enfermedad grave que tiene una tasa de letalidad de hasta 90%, señala la Organización Mundial de la Salud.
¿Por qué se produce el Ébola?
El virus penetra a una población a través de un miembro o varios de ésta que estuvieron expuestos a los órganos, sangres, secreciones u otros líquidos corporales de animales infectados: chimpancés, gorilas, murciélagos, monos, antílopes y puercoespines.
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Si bien, es un área en que hay animales en estado salvaje y se da la caza. No se debe olvidar que hay un mercado negro de especies exótico, y éste se extiende a todo el mundo.
A lo anterior se suma la situación que un individuo no es contagioso hasta que aparecen los síntomas y eso puede ser entre el día dos y 21, a partir del contagio. Tiempo suficiente para desplazarse de un país a otro.
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Síntomas de la enfermedad del Ébola
- Aparición súbita de fiebre
- Debilidad intensa
- Dolor muscular
- Dolor de cabeza y de garganta
- Vómito
- Diarrea
- Erupciones cutáneas
- Disfunciones renales y hepáticas
- Hemorragias internas y externas
Aunque el virus se encuentra en la naturaleza y se tiene conocimiento de él, desde 1976, cuando se dio el primer brote (en lo que fue en la República Democrática del Congo). No hay un tratamiento eficaz ni una vacuna que lo prevenga. Aunque hay varias hemoterapias, inmunoterapias y farmacoterapias que se encuentran en etapa experimental, al igual que la vacuna denominada rVSV-ZEBOV.
Con información de Salud 180
