En San Luis Potosí, la proliferación de animales callejeros y el abandono masivo han agudizado el problema del maltrato animal. Karla García, activista de Huella Amiga, señala que la esterilización es fundamental para abordar esta crisis, que afecta tanto a los animales en situación de calle como a los que viven en hogares.
“La gente no esteriliza por falta de presupuesto y por la poca conciencia, lo que lleva al nacimiento desmedido de perros y gatos que terminan en la calle. Esto, a su vez, aumenta las probabilidades de maltrato hacia estos animales”, afirmó. Según la activista, muchos animales terminan en la calle debido a la falta de conciencia y recursos para esterilizarlos, lo que agrava su vulnerabilidad al abandono y al maltrato.
El maltrato no se limita a los animales sin hogar. García explica que dentro de los hogares también se presentan condiciones de descuido que afectan gravemente el bienestar de las mascotas. Desde la falta de alimento y atención veterinaria hasta la violencia directa, estas acciones reflejan, según la activista, un deterioro en los valores y la cultura de cuidado animal.
En la actualidad, los refugios disponibles en la entidad son insuficientes para atender la problemática. El único refugio oficial en la capital tiene capacidad para apenas 60 animales, mientras que los refugios independientes, gestionados por voluntarios, operan sin apoyo gubernamental y con recursos limitados.
“Hay cambios culturales y sociales que han debilitado los valores y principios, y eso facilita que las personas descarguen su frustración en los animales, lo que para mí es un reflejo de los problemas sociales que vivimos”, declaró García.
Además, señaló que la violencia hacia los animales refleja problemas sociales más amplios, como la normalización del maltrato y la falta de empatía. Para García, la lucha por mejorar las condiciones de los animales debe ir acompañada de un cambio cultural que fomente el respeto hacia todas las formas de vida.