Según la conclusión de una Comisión Independiente de expertos del país, casi cuatro de cada diez muertes que ocurrieron en México durante la pandemia de covid-19 se relacionan con la mala gestión del Gobierno de la crisis sanitaria y pudieron haberse evitado.
Si se toma en cuenta todo el periodo de la emergencia sanitaria, al menos 37 % de las muertes en exceso, que aproximadamente es cerca de 300.000 muertes, no son atribuibles a las condiciones del país prepandemia, señaló en una conferencia de prensa Mariano Sánchez, coordinador del equipo de investigación de la Comisión.
Según el especialista, si bien antes de la pandemia México contaba con una baja inversión en salud, un debilitamiento del sistema, prevalencia de enfermedades crónicas y desigualdades sociales, había otras condiciones que ponían a México en una situación “relativamente” favorable ante la llegada de la covid-19.
“Por ejemplo, su estructura demográfica. México tiene una población, en promedio, más joven de lo que algunos países europeos que fueron muy golpeados por la pandemia y sabemos que la COVID era una enfermedad más letal en la población de adultos mayores”, explicó.
Señaló que, al considerar esas condiciones estructurales prepandemia, el desempeño promedio del país hubiera sido de unas 500.000 muertes en exceso, la cifra de decesos por todas las causas por encima de las esperadas en condiciones normales.
Sin embargo, de acuerdo con datos oficiales, en toda la emergencia sanitaria hubo 808.619 muertes en exceso, 511.081 de ellas atribuibles a Covid-19, un daño que Sánchez consideró “devastador e inocultable”.
“Es un número estratosférico que nos invita a tomarnos muy en serio las condiciones sociales y los determinantes estructurales de la salud y a fortalecer las capacidades, la resiliencia tanto del Estado como de la sociedad para enfrentar futuras emergencias”, expresó.
El reporte, que no tiene fines políticos, según aseguraron, busca hacer un ‘corte de caja’ a un año de darse por terminada oficialmente la crisis sanitaria, pero también pretende “aprender para no repetir, porque la Covid-19 no será la última pandemia que enfrente la humanidad”.