La manifestación se realizó en Guanajuato, en donde durante horas se desconoció el paradero de decenas de activistas que habían sido detenidas.
Golpes, jalones de cabello, empujones, detenciones, torturas y denuncias a violaciones a los derechos humanos. Este fue el saldo de una manifestación feminista realizada en la ciudad de León, en Guanajuato, un estado mexicano con crecientes acusaciones de violencia institucional.
Las activistas salieron el sábado por la noche a las calles para protestar por el caso de Evelyn, una joven que denunció agresiones sexuales por policías del estado.
Pero mientras gritaban lemas feministas y exigían Justicia, las mujeres comenzaron a ser reprimidas por policías que intentaron disolver a toda costa la manifestación.
En las redes sociales comenzaron a circular fotos y videos de agentesque golpeaban a mujeres que ya estaban derribadas en el piso; a otras les tiraban de los cabellos, les pegaban en la espalda y en la cabeza o las agarraban de los brazos para tratar de detenerlas. Entre las víctimas hubo por lo menos cuatro reporteras que habían ido a cubrir la protesta.
Después de esposarlas con violencia, los policías se llevaron detenidas a 22 mujeres y a un hombre. Durante horas se desconoció el paradero de 16 de ellas, ya que las autoridades se negaban a informar a dónde las habían llevado.
Diferentes colectivos comenzaron a circular las listas de las mujeres que faltaban en medio de un clima de alerta, ya que las desapariciones en México son una tragedia cotidiana perpetrada no solo por organizaciones criminales, sino por actores estatales. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha reconocido que en el país hay más de 70.000 personas desaparecidas, y la lista crece a diario.
En las últimas horas del sábado, las autoridades entraron en contradicción, ya que la Secretaría de Seguridad Pública informó que eran 26 las detenidas, aunque luego dijo que eran 23, pero luego un funcionario policial le dijo al portal Periodismo y Opinión Pública que no tenían información de las detenciones.
La organización feminista Mujeres de la Sal realizó un pormenorizado seguimiento y reportó que en las primeras horas del domingo las detenidas lograron ser liberadas, pero varias de ellas denunciaron que habían padecido agresiones físicas y sexuales por parte de los agentes, por lo que tuvieron que ser llevadas a un hospital.
En plena madrugada, representantes de Amnistía Internacional y la Red por los Derechos de la Infancia en México acudieron a los lugares en donde estaban las detenidas y al salir la primera, una menor, de 17 años, describió con detalle los golpes que había sufrido y cómo un policía la manoseó y otros le rompieron la ropa.
Lo mismo le ocurrió a otras de las detenidas que mostraban las pruebas de la violencia en su cuerpo, ya fuera en los brazos, las piernas, el cuello o el rostro. Describieron, también, los gritos e insultos que les lanzaron los agentes, muchos de ellos de índole sexual.
La denuncia de Evelyn
Hace dos semanas, una joven que usó el pseudónimo de Evelyn para proteger su identidad denunció en redes sociales que había salido con unos amigos y que, cuando ellos decidieron buscar algo para cenar, ella prefirió esperarlos en el auto porque estaba mareada. El vehículo estaba estacionado al lado de una caseta policial.
“Pensé que iba a estar segura al lado de la caseta de policías, error. Ellos vieron a alguien de quien aprovecharse, pidiendo que me quitara prendas de ropa para ver que no tuviera drogas conmigo y que era ‘parte del protocolo’; uno de los oficiales se atrevió a tocarme, comenzó a tocar partes íntimas de mi cuerpo y hacerme preguntas incómodas”, contó en el texto en el que anunció que iniciaría una denuncia formal.
“No supe reaccionar a eso, estaba rodeada de policías y ninguno me ayudó, yo solo quería que eso terminara, tenía miedo, de que se atreviera a hacerme algo peor, me sentía incómoda, con miedo, intimidada, me invitó a irme con él, me preguntó que si quería tener sexo oral o anal con él, a todo esto respondí que no, él se fue y llegaron más policías”, agregó.
La joven afirmó que su caso demostró, una vez más, que la Policía no cuida a las mujeres, porque a un hombre jamás lo hubieran agredido como hicieron con ella. “Nos ven como objetos fáciles de los cuales se pueden aprovechar”, dijo.
Desde entonces, “Justicia para Evelyn” se convirtió en el lema de las feministas guanajuatenses que salieron a marchar el sábado y que terminaron padeciendo nuevas agresiones policiales.