Lo que debía ser una jornada de celebración por la inauguración de una nueva ruta aérea internacional entre San Luis Potosí y Atlanta, terminó empañada por el trato autoritario y despectivo que recibieron diversos representantes de medios de comunicación por parte del personal del Aeropuerto Internacional “Ponciano Arriaga”. La acción fue ordenada directamente por Ricardo Dueñas Espriu, director general del Grupo Aeroportuario Centro-Norte (OMA), según denunciaron periodistas locales.
Los comunicadores acudieron al evento protocolario para cubrir una noticia de evidente interés social y económico, sin embargo, fueron interceptados por elementos de seguridad privada del aeropuerto, quienes les impidieron el acceso con groserías, intimidaciones y actitudes altaneras. Lejos de facilitar el trabajo periodístico, el personal se condujo con total falta de profesionalismo y desconocimiento de las normas mínimas de respeto a la libertad de prensa.
No es la primera vez que trabajadores de esa terminal aérea agreden verbalmente a reporteros. Numerosos medios señalan que cada cobertura en el aeropuerto implica confrontaciones innecesarias con empleados que, protegidos por sus cargos, actúan con autoritarismo y sin rendir cuentas. Esta actitud no solo vulnera el derecho a informar, sino que expone una preocupante cultura de opacidad en una institución que debería rendir cuentas al público.
Mientras autoridades estatales celebraban la apertura de un vuelo con potencial económico para San Luis Potosí, en el mismo recinto se atropellaban derechos fundamentales de quienes informan a la ciudadanía. Esta contradicción evidencia que el desarrollo no debe medirse solo en rutas internacionales o conexiones globales, sino también en el respeto a la democracia, la transparencia y el ejercicio libre del periodismo.