La crisis ambiental en San Luis Potosí se intensifica por los recientes incendios forestales, especialmente en la Huasteca, donde no existen estaciones para medir la calidad del aire. La titular de la SEGAM, Sonia Mendoza Díaz, reconoció que no hay planes a corto plazo para instalar salas de monitoreo en esa región.
Durante un informe con Protección Civil, Mendoza admitió que el humo ha deteriorado el aire en la Huasteca, pero también confesó que no hay forma de medir con precisión los efectos. Esta falta de infraestructura también afecta al Altiplano, mientras que en la capital, la contaminación es visible y constante.
La ausencia de vigilancia ambiental ha generado críticas contra la SEGAM, acusada de incumplir su función de protección ecológica. La gravedad de los incendios registrados en marzo refuerza la necesidad urgente de contar con mecanismos de evaluación ambiental en todo el estado.
Sin equipos ni aviones, gran parte del territorio potosino permanece a ciegas ante la degradación del entorno. Ciudadanos y organizaciones civiles exigen acciones inmediatas para prevenir, medir y mitigar los efectos de esta crisis que se agrava cada año.