Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron este martes por la tarde que Irán lanzó una nueva oleada de misiles contra territorio israelí. A pesar de la amenaza, la mayoría de los proyectiles fueron interceptados por los sistemas antiaéreos del país, entre ellos la Cúpula de Hierro.
El Ejército instó a la población a mantenerse alerta y seguir las indicaciones oficiales mientras se gestionaba la defensa, advirtiendo que dicho sistema no es infalible y podría permitir el paso de algunas cargas. Las sirenas de alerta llegaron a activarse en zonas como Tel Aviv y Jerusalén, aunque al final del día las autoridades declararon superada la amenaza sin reportes oficiales de daños materiales o civiles.
El nuevo ataque iraní se suma a una escalada de intercambios con bombardeos previos de Israel sobre objetivos en Irán, como lanzaderas de misiles y centros de mando, iniciados el pasado viernes. A raíz del conflicto, ambos bandos han sufrido pérdidas: Israel calcula 24 muertos en su territorio, mientras que Irán cuantifica en unos 225 los fallecidos, incluidos altos mandos.
Este mismo martes, las FDI confirmaron que Ali Shadmani, el recientemente nombrado jefe del Estado Mayor iraní, murió en uno de los bombardeos israelíes en las cercanías de Teherán. El director de operaciones, Oded Basiuk, declaró que entre los objetivos alcanzados se encontraba un centro de mando militar de importancia estratégica, lo que habría forzado la huida de altos oficiales iraníes.
Basiuk enfatizó la determinación de Israel de continuar su estrategia: “Estamos preparados y listos para eliminar a los líderes del terrorismo en Irán, uno por uno”. Este intercambio de agresiones apunta a una escalada sostenida que mantiene a la región en estado de máxima alerta.
