El exfutbolista argentino Jorge Valdano Castellanos, campeón del mundo en México 1986, visitó la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí para impartir la conferencia “Los 11 poderes del líder”, en el marco del 40 aniversario de la institución. Ante un auditorio lleno de estudiantes y aficionados, el exjugador del Real Madrid reflexionó sobre el fútbol como el fenómeno cultural más grande del planeta, capaz de romper barreras, transmitir identidad y convertirse en un poderoso vehículo de comunicación.
Nacido en Belgrano, provincia de Santa Fe, Argentina, Valdano relató su trayectoria en clubes como Newell’s Old Boys, Deportivo Alavés, Tenerife, Zaragoza y Real Madrid, así como su experiencia en la Copa del Mundo de 1986. Compartió dos momentos clave de aquel torneo: primero, una jugada fallida frente al arco rival en la semifinal, que le enseñó a no precipitarse; y segundo, el gol que marcó en la final contra Alemania, celebrado junto a su compañero Marcelo Trobbiani, a quien recordó como un apoyo fundamental en los momentos difíciles.
Durante su exposición, el también exentrenador y director deportivo detalló sus once pasos para el liderazgo: credibilidad, respeto, palabra, estilo, curiosidad, pasión, talento, confianza, trabajo en equipo, humildad y éxito colectivo. Subrayó que el equipo es un “estado de ánimo” y que la confianza se multiplica cuando se brinda, mientras que la humildad y la mejora continua son obligaciones profesionales. Además, recordó su gestión como directivo en el Real Madrid, donde apostó por jóvenes talentos como Raúl González, a pesar de las críticas iniciales, destacando la importancia de creer y respaldar a los miembros de un equipo.
Valdano insistió en que el error es parte del camino y que la superación personal se construye a partir de las caídas. “El fútbol es un juego, pero sobre todo es emoción”, afirmó, motivando a los asistentes a aplicar estas lecciones tanto en el deporte como en la vida. Su mensaje final fue claro: el verdadero éxito se alcanza únicamente cuando se comparte con los demás.