Por: Rocío Morales
La humillación que sufriera el Atlético de San Luis a manos del América el pasado miércoles en el partido de ida de la semifinal del fútbol mexicano, será algo que la afición no olvidará en largo tiempo.
La forma es fondo, reza un sabio refrán; aunque bien podríamos agregar que el fondo también es interpretación y nos lleva a la deducción.
Si bien no es imposible que de una semana a otra un equipo cambie y baje hasta el mismísimo infierno luego de casi haber tocado el cielo, lo “curioso” es que lo haga cuando más debería estar comprometido a efectuar las cosas de mejor manera; sobre todo porque sus jugadores han demostrado un alto nivel de compromiso y entrega.
Que incluso por momentos los jugadores del América triangularan el balón como si estuvieran cascareando en un entrenamiento, burlándose con ello de la displicencia con la que la oncena potosina estaba parada en la cancha, mucho dejó que desear y bastante lastimó a la afición sanluisina que esperaba al menos que su equipo metiera las manos en lugar de caerse de bruces y sin intentar cuidar al menos un poco su integridad.
Las declaraciones del técnico Gustavo Leal en la conferencia de prensa efectuada al término del partido, fuero algo que incluso desconcertó a propios y extraños, pues si bien respondiendo a pregunta expresa de un reportero indicó que agradecían a la afición su apoyo, en ningún momento dejó al menos ver que buscarían revertir el marcador en el partido de vuelta, ni tampoco por compromiso indicó al menos que se dejarían la vida para intentar darle vuelta al abultado resultado, de menos para “quedar bien” y no hacer sentir que preferían darse por derrotados.
Tras la dolorosa derrota sufrida por el Atlético de San Luis en este cierre del Apertura 2023 y la serie de humillaciones y afrentas que en varios sentidos hicieron a su fiel afición, bien haría la institución en reorganizarse no solo en lo deportivo, sino también en lo administrativo para que de a poco empiecen a tratar de ganarse a aquellos que hoy tan lastimados se sienten por las pésimas decisiones tomadas y por la falta de respeto de la que han sido víctimas, sumando a ello el tema deportivo que los decepcionó en el último partido como local, poniendo con ello la cereza al pastel.