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La señora presidenta

Para neutralizar a los envidiosos, deberíamos salir a la calle con muletas. Únicamente el espectáculo de nuestra degradación humaniza algo a nuestros amigos y a nuestros enemigos. E.M. Cioran. Ese Maldito Yo.

San Luis Capital
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Las razones por las que México nunca ha podido trascender en el contexto mundial son diversas, siempre encontraremos un nuevo término que nos ubique en nuestra realidad, somos una “economía emergente”. Ya parece que salimos del barrio y nos olvidamos de la colonia tercer mundo pero no, hay algo que nos mantiene atados a esta mediocridad, a la miseria moral y ética de la que estuvimos a punto de olvidarnos cuando creíamos que todo se trataba de tener dinero, aunque para ello tendríamos que sacrificar libertades, garantías, medio ambiente, dignidad, y quizás lo más necesario para un momento como el actual, una férrea voluntad y principios morales auténticos, forjados en los momentos más críticos de la historia de México. Y no me refiero a Juan Bautista Pascasio Escutia arrojándose de la torre más alta del castillo de Chapultepec cuando la invasión gringa de 1847, o al “pípila” cargando una inmensa losa sobre su espalda para incendiar la puerta de la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato y abrir paso a la turba que encabezaba Miguel Hidalgo y Costilla. Los mitos históricos tuvieron una función muy clara, educar a un pueblo analfabeta e intentar darle al vulgo un símbolo de identidad, la élites sabían que se necesitaría una nación de hombres fuertes y trabajadores que trabajaran como esclavos y aceptaran el compromiso de forjar una nueva nación. La patria ordenada y generosa que soñaron los intelectuales orgánicos de la Revolución Mexicana.  ¡Viva México Cabrones!

Lo que somos ahora es algo que nunca imaginamos, un país de princesos y damas desinhibidas de mirada centelleante. Un México de jóvenes imbéciles, que no se preocupan por leer, al menos no tanto como por revisar su teléfono 200 veces al día para descubrir el mismo número de notificaciones inútiles, avisos de ocasión y promociones para comprar cosas igual de innecesarias para la vida cotidiana. La creación del mercado de consumo del procrastinador ocupa el mayor número de esfuerzos de la alta industria, productos que resuelven un problema pero crean dos necesidades más, todo al alcance de un dedo. Actualmente hay entre los mexicanos reticencia de las personas para proporcionar sus datos biométricos al estado, las razones de esa desconfianza sobran, pero el punto es que ellos ya le dieron su rostro y su huella digital a Huawei o al iPhone y no se detuvieron un instante a pensar si eso -además de cómodo- era necesario, prudente o legal. La gente piensa que porque aún tiene su dedo pegado a la mano no corre el riesgo de que alguien con mediana inteligencia y mucha maldad se quede con ese archivo digital que le dará acceso a la banca móvil y podría robar hasta la honra de las víctimas. Somos un país de incongruencias, los políticos, acostumbrados a insultar, se ofenden de todo y ahora, recurren a los tribunales y aprueban leyes para censurar a los ciudadanos que se atreven a usar la carta de la libertad de expresión, estábamos mejor cuando no había tantas reformas asegurando los derechos humanos y bastaban las famosas “garantías individuales”. En este pinche país llamado México se respetan los derechos de los perros, los delincuentes y los políticos, antes que las víctimas y los ciudadanos. Nadie quiere hablar del México en llamas, ensangrentado, descuartizado, calcinado y enterrado.

Actualmente estamos pasando por una crisis política, la segunda del sexenio, la primera aún no concluye, -la tóxica relación con el vecino del norte- y no se resolverá al menos en los próximos tres años. La presidenta Claudia Sheinbaum no ha tenido tregua, pero ya le agarró la movida a Donald Trump, bastará con esquivar la mirada y cambiar la conversación cuando sea inevitable. Además, ya tenemos suficientes problemas internos, todo comenzó desde que un homicidio múltiple cimbró la conferencia matutina que le heredó su antecesor el presidente López. La preparación del doble homicidio de un par de colaboradores cercanos de la jefa de gobierno de la Ciudad de México Clara Brugada en horario estelar no fue casual, aclaro, es una suposición mía, con eso de que ahora los políticos morenistas para todo exigen pruebas, uno tiene que ser muy específico en las palabras, ellos, los que antes no perdían la oportunidad de maldecir a cualquiera que simpatice con una ideología distinta, ahora se han vuelto muy “correctitos”, casi quieren que antes de siquiera atreverse uno a maliciar que a Luis Donaldo Colosio lo mandó matar Carlos Salinas o su hermano Raúl, haga uno la investigación más profesional en la historia de la humanidad desde que la comisión Warren no pudo averiguar quién se “metió” al presidente Kennedy. Total que la presidenta de México no quiere que le pregunten más sobre los negocios entre el senador Adán Augusto López y el famoso exjefe policiaco y capo que creó su propio cártel mientras dirigía la policía del estado insignia del fundador del partido movimiento de regeneración nacional, Andrés Manuel López Obrador. Hasta parece una historia fantástica que el presidente López y el secretario de gobernación -también López- no tuvieran el mínimo indicio de que algo estaba pasando en su estado natal. Como el mismo Andrés Manuel alguna vez aclaró, “no hay nada que un presidente no sepa”, y yo lo haría extensivo al secretario de gobernación. Es estúpido intentar ocultar las coincidencias, todo encaja y la pregunta no es si los altos jerarcas de la política morenista están involucrados con criminales, la verdadera cuestión es si la presidenta se atreverá hacer una purga en su gabinete y en los liderazgos de las cámaras.

Desde que comenzó la crisis política la presidenta ha tenido que responder -o más bien, evadir- preguntas incómodas que su antecesor dejó siempre en el aire, ¿cuánto tiempo podrá soportar los embates de la opinión pública? Las redes sociales han explotado en las últimas dos semanas exaltando los excesos de la clase política morenista que además de torpes, son aferrados, y no se detienen para obligar a jueces y tribunales colegiados a dictar sentencias absurdas para limitar la capacidad del ciudadano a expresar su indignación en la arena pública. La opinión pública ha rebasado incluso a la frágil oposición integrada por el Partido Acción Nacional, el Revolucionario Institucional y Movimiento Ciudadano, malditos conservadores neoliberales, como siempre al acecho, menos cuando se les necesita, si fuera por los panistas y priístas esa mujer de Sonora Karla Estrella que se atrevió a criticar las tácticas de Morena para favorecer a la esposa del influyente político Sergio Gutiérrez Luna ya estaría en una mina de carbón. Alejandro Moreno, Jorge Romero y Dante Delgado, no sirven para nada. La mayor amenaza del régimen está fuera de nuestras fronteras y en la casa del jabonero, llegó el momento de cobrar afrentas. Lo que sí es necesario destacar es que en medio de semejante atascadero la presidenta se quedó con su equipo a enfrentar la crisis mediática, aquellos que quizás provocaron el desorden se ausentaron sospechosamente. Mario Delgado, Ricardo Monreal y Andrés “Andy” Manuel López Beltrán aprovecharon la temporada para alejarse de la pestilencia, a ver si cuando regresen les guardaron su lugar, Delgado y Monreal son los más endebles, ese par con un soplido se caen. No así el hijo del expresidente, el tipo es intocable, al menos hasta que suceda la catástrofe electoral de 2027 y la revocación del mandato, ahí sí lo veremos haciendo cuentas con el dueño del circo.

Por lo pronto la presidenta Claudia Sheinbaum se prepara para hacer el control de daños y seguir tragando sapos. Quien está a prueba es el súper policía Omar García Harfuch, necesariamente obligado a encontrar al prófugo Hernán Bermúdez Requena antes que los guachos le echen el guante encima -no sea que vaya a sufrir un desafortunado accidente. Es lo malo de venderse como el especialista en algo, luego todos los envidiosos quieren verlo a uno fracasar. Cuídese mucho estimados lectores, y ya lo saben, si tienen un comentario crítico, con una excelente argumentación o de mínimo, con una derivación atrevida pero jocosa que pudiera herir la susceptibilidad de algún político del sexo femenino, mejor guárdeselo, no sabemos dónde va a parar esto, empezaron por las disculpas públicas pero la próxima sentencia podría incluir treinta azotes en el zócalo.

@gandhiantipatro

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