Nunca fue el ser humano más comunicado, pero también, jamás estuvo más desinformado, ignorante y manipulable. Como mejor ejemplo, eso que llamamos la política, que viene siendo “la grilla mexicana”. La política es debate, discusión, negociación y acuerdos. La grilla mexicana son tratos que no se cumplen, intercambio y venta de votos, zancadillas, traiciones y risas cínicas, carcajadas y vituperios, la vulgar prostitución de las personas, la subasta de la dignidad. El pueblo es insignificante en estas historias, sólo son un instrumento para el político que quiere volverse popular, gaste en despensas, tinacos, publicidad, seguridad personal y hasta en damas de compañía, porque la gente no quiere un político pobre para admirar, quieren verlo derrochando, presumiendo sus conquistas, ropa cara, joyas y un estilo de vida privativo para cualquier votante promedio, el pueblo se conforma con abrazarlo unos segundos y oler su fragancia costosa, recibir el souvenir y atesorarlo como si fuera una reliquia. A los jodidos les gusta que se los chinguen los de arriba, aquellos que los convencen de refrendar la confianza en el político, a veces es el mismo, pero con distinto partido o viceversa. La misma mano que acaricia es la que mata.
En San Luis Potosí tenemos claros ejemplos de ese populismo barato de segunda mano. El último intento fue David Azuara Zúñiga, quién de repente se apareció con una fundación sin fines de lucro y que tenía muchas cosas para regalar. El altruismo político es de las conductas humanas más despreciables, porque no es el acto desinteresado, no es la generosidad y la solidaridad la que mueve a esos personajes, sino la codicia, buscan el respeto que el poder político obsequia. El gobernador Ricardo Gallardo Cardona invierte gran parte de su tiempo en propaganda, por eso tiene una inmensa estructura clientelar que lo admira, es un ejército que recibe privilegios que van desde agua purificada gratuita, hasta despensas y apoyos económicos. Gallardo es un tipo popular, y ninguno de sus seguidores le cuestiona sus caballos finos y su vida licenciosa y llena de lujos, rodeado de artistas y deportistas famosos. Desafortunadamente para él nadie de su equipo de colaboradores tiene sangre liviana, la mayoría, (hasta los que de vez en cuando quieren hacerse los graciosos) no le caen bien a nadie. Son como la maldición del chupamirto.
Y eso nos lleva al que posiblemente sea el error garrafal de la gallardía. Después del paso de Ricardo Gallardo Juárez y Ricardo Gallardo Cardona por la alcaldía de Soledad de Graciano Sánchez han tenido la audacia de colocar en la presidencia municipal a personas inimputables y otras en condiciones físicas limitadas, pero llevar a un pedante y grotesco servil lacayo del jefe del ejecutivo como Juan Manuel Navarro es un exceso, el tipo no tiene ninguna gracia, es más, hay gente que dice hasta una tarántula recibe más aplausos al aparecer en una reunión que el diputado federal por el segundo distrito. Ni entre los mismos gallardistas hay entusiasmo, porque lo conocen. Saben de su patanería y aunque en Soledad es su bastión, la gallardía no se ha percatado del desgaste interno que traen hace tiempo. Hace seis años estuvieron cerca de perder contra Morena la alcaldía, incluso, basta recordar que el actual líder de la pandilla verde en el congreso José Luis Fernández alias “el chiquis” fue derrotado en las urnas por una desconocida como Angélica Mendoza. La cuestión es que quien haya llevado la negociación tuvo mucha confianza, o tal vez subestimó la posibilidad de una avalancha guinda. Morena y Partido Verde van sueltos en Soledad de Graciano Sánchez.
Soledad está muy trabajado por los servidores de la nación, Memo Morales la preparaba para él, tiene todo el municipio recorrido y sabe dónde están las fortalezas y debilidades de la gallardía. Quiso el destino y también Gabino Morales quien pidió licencia al cargo de delegado de las secretaría del bienestar que se dieran una serie de enroques que lo llevaron a ocupar la titularidad. La cuestión es ahora, quién podría capitalizar el trabajo de Guillermo Morales en tierra y si tiene algún mecanismo para enfrentar la agresividad de los verdes. En los procesos electorales suelen ser muy rabiosos y no dudan en usar a la corporación policiaca municipal para secuestrar en plena jornada electoral a los operadores contrarios y liberarlos al caer la noche. El resto lo hacen en el cómputo de la elección, juegan al “terroreo” y al chantaje para controlar y alterar el proceso y los resultados. El mayor riesgo implica que si el voto en cascada será tan avasallante de que ya no habrá forma de modificar el resultado y quien quiera que sea beneficiado con la candidatura de Morena en Soledad será el afortunado ganador de un tigre.
En las negociaciones para conformar la coalición Morena – Verde – PT prefirieron soltar Soledad a cambio de cerrar Villa de Reyes en coalición y con siglado verde. Guillermo Morales preparó las cosas para ser el candidato a la alcaldía de Soledad, quien lo sustituya podría ser su esposa que también es muy activa, pero después de un incidente desagradable con la policía de Soledad prefiere mantenerse al margen de las lides políticas. Podría ser también Juan Carlos Velázquez quien ya tiene callo en eso de remar a contracorriente y asustar a lobos con rebuznidos. El participó por Morena hace seis años y hace tres por la coalición prianista, está sería su cuarto intento y si falla, ya mejor que se dedique a otra cosa. Después de quince años de gobernar Soledad yo me imagino que la gente ya está buscando nuevas opciones de participación. Luego de la desastrosa administración de Leonor Noyola las cosas no marchan bien, los rencores y las rencillas se acumularon y las lealtades de los operadores gallardistas comienzan a resquebrajarse. Es momento de hacer una intervención real porque dejando todo en manos de Navarro y su estilo de “mano dura” puede ser que ahora sí termine echando la perra al pozo.
El éxito del gallardismo siempre estuvo vinculado a la personalidad extrovertida y audaz de un personaje, ahora que se les acaban los cuadros tienen que recurrir a los cómplices y eso siempre será poco objetivo, y los errores no se notan hasta cuando ya el peligro es inminente. Sea pues.
@gandhiantipatro
