Andrew Wadsworth, un exluchador de la MMA fue declarado, el día de ayer, culpable del asesinato de su expareja, Melissa Belshaw, perpetrado en mayo, informó el diario Manchester Evening News.
El ex peleador, de 37 años, confesó haber apuñalado varias veces a Belshaw, de 32 años, en una residencia de la ciudad de Wigan (Greater Manchester, Reino Unido), luego de que ella le confesara que era prostituta y que había tenido relaciones sexuales con dos de sus familiares.
Ante el tribunal, el hombre dijo haber perdido el control tras sentirse “humillado y traicionado”. Su defensa argumentó que la mujer había estado “ganando bien” con su trabajo como acompañante, pero “alegaba pobreza” y hasta hizo que su cliente la mantuviera cuando, meses antes de los hechos, estuvo ella en prisión.
Los fiscales del caso comentaron que la relación estaba centrada en “bebida, drogas y sexo”. De esa misma forma, instaron a la corte a no tomar en cuenta lo concerniente a la vida sexual de la víctima, alegando que son argumentos con los cuales el acusado intentó “desviar la culpa” y minimizar el “frío y cruel asesinato”, cuando en realidad tenía un “profundo resentimiento” hacia su expareja.
Belshaw murió de múltiples puñaladas en el corazón, el cuello y el pecho, en lo que los fiscales describieron como un ataque “despiadado”.
Aunque la defensa de Andrew alegaba, que la mujer había participado con él en la planificación de un atraco, los miembros del jurado desestimaron todos esos argumentos y lo condenaron por asesinato.
Wadsworth será encarcelado como convicto hoy y se prevé que sea sentenciado a cadena perpetua.