El texto “confidencial”, enviado a las oficinas de Palacio Nacional, revelaría un intento de conformar un Bloque Opositor Amplio para destituir al presidente mexicano en 2022 mediante la revocación de mandato.
Durante su habitual conferencia de prensa matutina, y mostrando un documento de varias hojas, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, denunció la existencia de un plan de la derecha para sacarlo del poder en 2022 mediante la revocación de mandato.
Según este documento, que de acuerdo con López Obrador fue entregado en Palacio Nacional “seguramente por un simpatizante que debe estar hasta trabajando” para sus adversarios políticos, se muestra un plan denominado Rescatemos a México, la derecha mexicana buscaría conformar un Bloque Opositor Amplio (BOA) para destituir al mandatario y ponerle fin a su proyecto de la Cuarta Transformación (conocido en México como la 4T).
¿En qué consistiría este plan?
La estrategia, dividida en dos ejes, plantea conformar dicho Bloque Opositor Amplio aglutinando a los partidos opositores (PRI, PAN, MC, PRD) con el apoyo de medios de comunicación, comunicadores afines y organizaciones empresariales.
Entre los promotores y actores del Bloque Opositor destacan organizaciones como el Consejo Coordinador Empresarial, Coparmex, Grupo Monterrey, Consejo Nacional Ciudadano y los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, entre otros.
La segunda parte de la estrategia pretendería ganar mayoría en la Cámara de Diputados durante las elecciones de 2021, para cerrar “la llave del presupuesto a la 4T” y bloquear “las reformas legislativas lesivas”. A partir de ahí, el plan contempla impulsar la revocación de mandato de López Obrador en 2022.
El Plan de Acción incluye la propuesta de que los partidos opositores nominen a candidatos únicos en los distritos electorales de mayor rentabilidad. También se buscaría que los gobernadores de los estados donde mandan partidos de oposición se integren en el BOA y “apadrinen” a los candidatos propuestos por el frente.
La derecha también procuraría seleccionar jóvenes y mujeres “identificados con los valores empresariales de libre mercado” para promoverlos como candidatos, apoyándose en egresados de universidades privadas.
El discurso del BOA se centraría en dos ejes: desempleo e inseguridad, lo cual incluye “responsabilizar a la presidencia de AMLO y la 4T del ahondamiento de estos males del país”.
El plan también prevé “la contratación de grupos de redes sociales, ‘influencers’ y analistas para insistir sobre la destrucción de la economía, de las instituciones democráticas y el autoritarismo político del gobierno de la 4T”, así como impulsar, “desde ahora”, campañas en medios de comunicación y redes sociales cuestionando los resultados del gobierno.
Campaña en el extranjero
Según lo establecido en el texto, el plan también prevé extender la campaña contra el Gobierno mexicano en el extranjero, principalmente en EE.UU.
Esto incluye un “cabildeo del bloque en Washington (Casa Blanca y Capitolio) para destacar el daño que está haciendo a las inversiones norteamericanas el gobierno de la 4T”.
Con ello, se buscaría convencer a políticos estadounidenses del peligro que representaría la continuidad del proyecto lopezobradorista.
“Más que compararlo con Venezuela, BOA debe subrayar la altísima migración masiva de mexicanos hacia EE.UU. si se profundiza la crisis de desempleo e inseguridad”, apunta el apartado ocho de la estrategia.
Asimismo, el documento contempla “replicar esta narrativa en la prensa norteamericana y europea“.
La estrategia también intentaría resaltar el distanciamiento de López Obrador frente a su partido, Morena.
Por otro lado, prendería desplegar una estrategia para potencializar la opinión de los analistas de derecha, al promover “conferencias con los principales analistas, columnistas y críticos de la 4T; especialmente de Nexos, Proceso, Reforma, El Universal, Milenio, El Financiero, El Economista”.
López Obrador contra sus adversarios políticos
Tras presentar el documento con el presunto plan de la derecha, el cual ha sido puesto en duda por parte de la oposición en México, López Obrador dijo ya estar acostumbrado a este tipo de estrategias por parte de sus adversarios, haciendo referencia a pasadas campañas y procesos electorales.
En 2005, por ejemplo, López Obrador enfrentó una campaña de videoescándalos y un intento de desafuero cuando era Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, con el objetivo de sacarlo de la contienda presidencial que habría de realizarse un año después. Un episodio que López Obrador calificó como un “complot de la mafia del poder” en su contra, y que pudo impedirse debido a la presión política que ejercieron sus simpatizantes mediante una serie de movilizaciones en la capital mexicana.
En 2006, los grupos empresariales impulsaron una campaña para apoyar a Felipe Calderón en la Presidencia de México (tal como reconoció el Tribunal Electoral encargado de calificar la elección presidencial), en un episodio que muchos analistas, incluyendo al actual presidente mexicano, calificaron como un fraude electoral.
En los años posteriores, López Obrador acusó campañas similares por parte de sus adversarios políticos, como ocurrió en las elecciones presidenciales de 2012, donde terminó siendo nombrado como presidente Enrique Peña Nieto, al mismo tiempo que Obrador acusó fraude mediante la inyección ilegal de dinero a las campañas del PRI. Una acusación que se confirmaría años después en casos como la llamada ‘Operación Safiro’, en la que se documentó una estrategia masiva de desvío de dinero público con fines electorales.
Para las elecciones presidenciales de 2018, el historiador Enrique Krauze fue acusado de promover la llamada Operación Berlín en la que se pretendía vincular a López Obrador con la llamada “trama rusa”.
“Es que ya ahora las cosas se saben antes de que sucedan“, señaló el presidente López Obrador tras presentar el documento.
A lo largo de la crisis social por la epidemia de covid-19, el Gobierno de México ha salido a desmentir una serie de noticias falsas difundidas en redes sociodigitales con el propósito de generar una percepción negativa hacia la administración de López Obrador.
En días recientes, López Obrador generó polémica en México al pedirle a la gente definirse y tomar postura a favor o en contra de su Gobierno.
“Qué bueno que se definan, nada de medias tintas, que cada quien se ubique en el lugar que corresponde, no es tiempo de simulaciones, o somos conservadores o somos liberales, no hay medias tintas”, aseguró el titular del Ejecutivo de gira por Minatitlán, Veracruz, el domingo 7 de junio.