Durante su primera visita a San Luis Potosí como presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo protagonizó actos oficiales marcados por serios problemas de organización, que derivaron en enfrentamientos entre simpatizantes de Morena y del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), dejando en evidencia fracturas en la alianza que sostienen a nivel federal.
En Rioverde, la tensión estalló cuando militantes identificados con Morena intentaron bloquear la participación del PVEM en el evento presidencial. La situación se salió de control cuando simpatizantes verdes, molestos por la exclusión, rompieron vallas de seguridad y se abrieron paso a empujones y gritos, desatando un enfrentamiento que reflejó el descontento interno.
Por su parte, en Villa de Reyes, la falta de previsión logística permitió que un grupo numeroso de ciudadanos derribara los filtros de seguridad para irrumpir en el acto de inauguración de la central eléctrica de ciclo combinado. Pese al operativo de seguridad, el caos se impuso, evidenciando una organización deficiente en un evento de alto perfil.
Estos incidentes dejan al descubierto no solo la falta de coordinación del equipo presidencial, sino también el creciente desencuentro entre partidos aliados. Hasta el cierre de esta nota, ni la Presidencia ni las dirigencias de Morena y el PVEM habían emitido una postura oficial, lo que aumenta la incertidumbre sobre la cohesión política del bloque gobernante.