SANTA MARÍA DEL RÍO. – El arte, la tradición y la identidad potosina se dieron cita el viernes pasado en Santa María del Río, donde se conmemoró el sexto aniversario del Museo Casa del Rebozo, un espacio emblemático dedicado a la preservación y difusión de la prenda que ha dado fama internacional al municipio: el rebozo.
Desde su apertura, este recinto cultural se ha consolidado como un referente en la región, no solo como punto de exhibición, sino también como un centro vivo de encuentro entre artesanos, diseñadores, investigadores y visitantes que buscan acercarse a la historia y a la esencia de esta prenda tradicional mexicana.
En estos seis años, la Casa del Rebozo ha albergado exposiciones permanentes y temporales, talleres, conferencias y actividades pedagógicas, convirtiéndose en un motor cultural para Santa María del Río y en un orgullo para San Luis Potosí.
A través de sus salas, se narra la evolución del rebozo, sus técnicas de elaboración, la simbología que encierra y el talento de las manos que lo tejen.
Autoridades locales, representantes de la Secretaría de Cultura y artesanos reboceros participaron en la celebración, destacando la importancia de mantener viva esta tradición que, además de ser una expresión artística, representa un sustento económico para decenas de familias de la región.
“Durante estos seis años, el museo ha sido testigo de historias, de talento y de cultura que siguen dando vida a una prenda que nos identifica y nos enorgullece. La Casa del Rebozo es, más que un edificio, un homenaje a Santa María del Río y a todo San Luis Potosí”, expresaron en el acto conmemorativo.
Los asistentes coincidieron en que el rebozo no es únicamente una prenda de vestir, sino un símbolo de identidad, resistencia cultural y creatividad que ha trascendido generaciones. Hoy, su valor se reconoce a nivel nacional e internacional como parte fundamental del patrimonio cultural potosino.
Con este aniversario, el compromiso es claro: seguir fortaleciendo el museo como un espacio dinámico y participativo, que no solo resguarde el legado de los maestros reboceros, sino que también inspire a las nuevas generaciones a mantener viva esta tradición.
