San Luis Potosí, segundo productor nacional de jitomate, figura entre los estados más afectados por la reciente imposición de un arancel del 17.09% a las exportaciones mexicanas de este producto hacia Estados Unidos. La medida, que entró en vigor tras la cancelación del Acuerdo de Suspensión, ha generado preocupación entre productores y autoridades.
El Departamento de Comercio estadounidense justificó el arancel por supuestas prácticas de competencia desleal, argumento sostenido durante años por agricultores de Florida. Sin embargo, el Gobierno de México rechazó esta versión y señaló un trasfondo político en la decisión, al asegurar que las propuestas de solución presentadas por el sector tomatero nacional fueron ignoradas.
Con una producción superior a las 436 mil toneladas en 2025, San Luis Potosí ocupa el segundo lugar nacional, solo por debajo de Sinaloa. La exportación de jitomate representa un pilar económico para el campo potosino y fuente de empleo para miles de familias. La nueva tarifa pone en riesgo su competitividad y estabilidad financiera.
El Consejo Nacional Agropecuario advirtió que esta decisión no solo afecta a México, sino también a los consumidores estadounidenses, quienes dependen en un 55% del jitomate mexicano. Mientras tanto, el Gobierno de EE.UU. sostiene que busca proteger a sus agricultores. El impacto ya se percibe en los mercados, y se prevé que los precios del producto aumenten considerablemente en el corto plazo.
