Por: El Águila Descalza
Que se busque empañar y llenar de incertidumbre un evento tan crucial para la vida de nuestra Máxima Casa de Estudios como lo es la elección del próximo Rector, es inadmisible.
Y es que, entre más se acerca la fecha en que los consejeros universitarios votarán por quien guiará las riendas de la centenaria institución, más se busca enrarecer y hasta enlodar un proceso que a todas luces debería ser transparente y transcurrir sin contratiempos.
Rondan en el ambiente de escuelas y facultades de la UASLP una serie de señalamientos, suposiciones y chismes que, -quienes intentan crear desestabilización-, diseminan de manera frívola y sin razonamiento o sustento alguno,
Siendo la Universidad Autónoma de San Luis Potosí una institución que alberga lo que supondríamos es un grupo selecto de mentes inteligentes, brillantes y capaces, resulta triste y hasta lamentable ser testigos de cómo mediante campañas negras, charlas llenas de difamaciones falsas e historias ficticias publicadas en redes sociales, aquellos que buscan solo desestabilizar a la institución siguen buscando solo satisfacer a sus malintencionados intereses propios o a los de aquellos políticos y funcionarios a quienes sirven, sin siquiera considerar que con ello dañarán a los miles de maestros, estudiantes y administrativos que laboran día con día en esta noble institución.
Bajo el manto del anonimato, esos pocos individuos se han dedicado a lanzar piedras a diestra y siniestra para de inmediato esconder la mano y entonces seguir caminando por pasillos de escuelas, facultades y hasta del edificio central, como si todo les sorprendiera y buscando limpiar a la sombra sus sucias manos llenas del lodo que lanzan a la redonda buscando generar caos e inestabilidad en la propia institución en la que cobran su salario y, -algunos más-, unas muy jugosas pensiones.
Aún y cuando suena irrisorio y pareciera casi imposible, maestros y trabajadores jubilados, exdirectores, exfuncionarios y hasta ex consejeros alumnos, de quienes todos pensaríamos estarían desarrollándose exitosamente en otros ámbitos de la vida productiva potosina y algunos más ya retirados y viviendo dignamente de cantidades muy generosas en depósitos de pensiones que mensualmente reciben en sus cuentas, son quienes desde hace algunas semanas (de forma bastante extraña), se han dedicado a intentar desestabilizar el proceso de elección del Rector de la UASLP.
La injerencia de estos ex universitarios se suma a la influencia de entes ajenos que desde los gobiernos del Estado y la Capital, así como desde el seno de los partidos políticos, buscan romper una elección que desde hace algunos años se había venido desarrollado de forma pacífica y solo considerando la voz y el voto razonado de directores, maestros y alumnos que conforman el Consejo Directivo Universitario, en cuya última sesión ordinaria estableció plazos y fechas en el calendario para el desarrollo de este proceso electoral.
Aquí cabría recordar que son solo sus integrantes (según lo estipula claramente y desde su publicación el Estatuto Orgánico de la UASLP), quienes tienen en su voto la decisión de la elección de Rector.
A unas semanas de que atrás queden las grillas partidistas llevadas al seno de las facultades de Derecho y Agronomía por sus propios directores, y de que en las redes, medios de comunicación y chats de WhatsApp se intente inclinar la balanza a favor de algunos candidatos sin que para ello se muestren argumentos sólidos o pruebas fehacientes de sus dichos, la verdadera comunidad universitaria sigue teniendo fe en que quienes recibieron la confianza mediante el voto de estudiantes y alumnos para que les representaran en el Consejo Directivo Universitario, muestren su capacidad, su inteligencia y su amor por la Máxima Casa de Estudios emitiendo mediante su voto libre, razonado y personal, la decisión de quién guiará por buen sendero la vida de la Universidad Autónoma de San Luís Potosí.
