El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva para duplicar los aranceles sobre acero y aluminio importado, elevándolos del 25% al 50%. Justificó la medida como una estrategia para fortalecer la seguridad nacional y proteger industrias clave. La decisión forma parte de su renovada agenda proteccionista tras su regreso al poder en enero.
Estados Unidos importa casi la mitad del acero y más del 60% del aluminio que consume, con Canadá, Brasil y México entre sus principales proveedores. Las nuevas tarifas entrarán en vigor este miércoles, y buscan frenar la importación de excedentes a bajo costo que, según Trump, amenazan la industria nacional.
Canadá ya presentó una queja ante la Organización Mundial del Comercio, acusando a Estados Unidos de violar normas internacionales y el T-MEC. Argumenta que las tarifas no están justificadas por seguridad nacional, sino que son una medida proteccionista disfrazada.
Expertos alertan que esta medida podría reavivar tensiones comerciales similares a las de 2018, con posibles represalias de países afectados. Sectores como el automotriz, la construcción y la manufactura en América del Norte serían los más impactados por esta escalada.