El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un memorando que permite al Ejército tomar el control de tierras federales en la frontera con México, como parte de una estrategia para endurecer las medidas migratorias y reforzar la vigilancia en la zona.
La orden presidencial instruye a los titulares de Interior, Defensa, Seguridad Nacional y Agricultura a ceder al Departamento de Defensa el uso y control de terrenos públicos estratégicos. Entre ellos destaca la Reserva Roosevelt, una franja de tierra de 18 metros de ancho que corre paralela a la línea fronteriza. Las reservas indígenas quedan fuera de esta disposición.
Con esta medida, el gobierno busca establecer zonas operativas bajo mando militar donde se desplegará tecnología de vigilancia, infraestructura de seguridad y personal castrense. En esas áreas, los migrantes detenidos serán retenidos temporalmente hasta ser entregados a las autoridades migratorias, una función que tradicionalmente ha sido civil.
La acción presidencial ha generado inquietudes legales, ya que podría contravenir la Ley Posse Comitatus, que prohíbe a los militares participar en labores de control civil. No obstante, la Casa Blanca argumenta que al convertir estas franjas en “áreas de retención”, se redefine su función y se evita infringir dicha ley.
El memorando también otorga al secretario de Defensa, Pete Hegseth, facultades ampliadas para determinar qué actividades militares son necesarias y para extender esta política a otras zonas federales si lo considera pertinente.
