El dirigente del tricolor envía a Rubén Moreira a operar la elección en su estado.
La necesidad de retener Campeche que tiene Alejandro Moreno Cárdenas está condicionando la alianza PRI-PAN a nivel nacional para el 2021. Si bien ese acuerdo avanza en diversos estados como Sinaloa, Querétaro o Baja California Sur, todo podría desvanecerse por el futuro de la elección en Campeche.
En los últimos días Moreno Cárdenas ha sido muy enfático en decirle a Marko Cortés que si el PAN no desactiva a su candidato en Campeche, lo más probable es que no haya alianza en ningún estado. El candidato en cuestión sería Eliseo Fernández, que complica las aspiraciones del PRI de retener la entidad.
Debe decirse: la obsesión se debe a que si pierde su estado probablemente también pierda la dirigencia del PRI. A Moreno Cárdenas se lo eligió por sobre José Narro porque tenía estructura y capacidad electoral. Una derrota en su terruño sería muy difícil de remontar.
Si bien el foco está puesto en San Lázaro, el dirigente sabe que algún estado tiene que ganar el año que viene para superar cualquier división interna.
Los movimientos ya comenzaron. Alito le pidió a Rubén Moreira, a quien considera el mejor operador electoral del PRI, que desembarque en Campeche y gerencie la elección.
En paralelo, cerca del dirigente ya se da por descontado que la candidata será Layda Sansores, lo cual se entiende puede ser ventajoso por el rechazo que este genera en las bases de Morena del estado.