El enorme derrame de aguas negras y pluviales se produjo por falta de mantenimiento.
Una enorme descarga de aguas negras cambió el pasado jueves el color de la conocida playa Icacos de Acapulco, en el estado mexicano de Guerrero. Las imágenes han circulado en los últimos días por las redes sociales y en un principio se dijo que eran aguas fecales las que mancharon este activo turístico de primer nivel.
Las autoridades ya han informado de que este vertido de aguas sucias se produjo por la falta de mantenimiento del canal pluvial y el colector de drenaje del sistema de alcantarillado público de la ciudad.
El director de la Comisión de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento del estado de Guerrero, Arturo Palma Carro, aclaró que se trató de una combinación de aguas negras y pluviales. “Es una mezcla, está azolvado tanto el drenaje pluvial como el sanitario”, dijo en declaraciones recogidas por El Sur de Acapulco.
Las autoridades ambientales del estado ya han informado de que este sábado se presentó ante la Procuraduría de Protección Ambiental (Profepa) una solicitud de inspección para depurar responsabilidades.
Por el momento, inspectores de Profepa se encuentran vigilando la zona, mientras que personal de la comisión del agua colabora en la limpieza del canal, que ya está recuperando su color turquesa habitual.