Comenzó como la necesidad de encontrar a sus familiares en Acapulco, terminaron ayudando a miles de personas.
Todo comenzó tras el impacto del huracán Otis, Manuel y Andrea acapulqueños radicados en Monterrey buscaban noticias de sus familiares. Marco, padre de Andrea, es un radioaficionado desde hace muchos años, con su equipo y antena, encontró una frecuencia para hacerle llegar a su hija el mensaje de que él y el resto de su familia están bien. Manuel encontró un radioaficionado en Monterrey y así comenzó la comunicación.
Aunque comenzó para uso personal, poco a poco se convirtieron en el enlace de decenas de peticiones para saber sobre personas incomunicadas. Con el paso de los días la demanda fue aumentando al grado que tuvieron que iniciar un formulario en internet para facilitar los reportes, posteriormente se creó una base de datos de personas no localizadas, hasta ese momento más de 4 mil.
Brigada Otis se convirtió en el alivió para más de mil 700 familias que lograron localizar a sus familiares gracias a ellos. Avanzando los días, la Brigada también ayudó con la recepción y entrega de víveres, fueron la respuesta cuando inacción institucional estaba más presente que nunca.
Actualmente, más de 70 voluntarios trabajan en la Brigada Otis, reciben donativos, ayudan a la gestión de acceso a inmuebles, contacto con comunidades lejanas, difusión de información verificada, transporte y entrega de apoyos tan lejos como sea posible en Acapulco y Guerrero.
