Saúl “Canelo” Álvarez recuperó su estatus como campeón indiscutido del peso supermediano al vencer por decisión unánime al cubano William Scull en una pelea celebrada en Riad, Arabia Saudita. Con esta victoria, Álvarez suma nuevamente los títulos de la AMB, CMB, OMB y recupera el de la FIB, que había perdido previamente.
El combate, que se esperaba fuera una demostración del poderío de Álvarez, resultó ser una contienda táctica y de bajo ritmo. Scull adoptó una estrategia defensiva, evitando intercambios y limitando las oportunidades de Álvarez para conectar golpes significativos. A pesar de esto, los jueces otorgaron la victoria al mexicano con puntuaciones de 115-113, 116-112 y 119-109.
Las estadísticas reflejaron la naturaleza del enfrentamiento: se lanzaron un total de 445 golpes entre ambos boxeadores, estableciendo un récord por la menor cantidad de golpes en una pelea de 12 asaltos registrada por CompuBox en los últimos 40 años. Álvarez conectó 56 de 152 golpes lanzados, mientras que Scull acertó 55 de 293 intentos.
Tras la pelea, Álvarez expresó su frustración por la falta de acción, señalando que Scull “salió a sobrevivir” en lugar de competir activamente. Sin embargo, destacó la importancia de recuperar el título de la FIB y reafirmar su dominio en la división de las 168 libras.
Con esta victoria, Álvarez mejora su récord profesional a 63-2-2, con 39 nocauts, mientras que Scull sufre su primera derrota, dejando su marca en 23-1, con 9 nocauts.
El próximo desafío para Álvarez será enfrentar al invicto Terence Crawford el 12 de septiembre en el Allegiant Stadium de Las Vegas. Crawford, campeón indiscutido en peso welter, subirá dos divisiones para medirse al mexicano en una pelea que promete ser uno de los eventos más destacados del año en el boxeo.
A pesar de las críticas por la falta de emoción en su combate con Scull, Álvarez se mantiene como una figura dominante en el boxeo mundial y buscará consolidar aún más su legado enfrentando a Crawford en septiembre.
