Llegó la cuaresma, y los carnavales, último reducto pagano antes de la semana santa, el miércoles de ceniza nos recuerda que solo estamos de paso por este mundo, y que la existencia del ser humano es tan efímera como frágil. Los católicos practicantes somos por tradición ignorantes, lo mínimo que entendemos en esta lúdica costumbre que nos prepara para arrepentirnos y así acercarnos al momento final, es que nada nos llevaremos y quizás, ni siquiera tendremos un destino claro. Tal vez como dijera Stephen Hawking, “del otro lado, no hay nada”. Pero de que en este mundo solo quedarán por un tiempo nuestros restos podridos y nos convertiremos en polvo, eso es una impepinable verdad.
Pero mientras llega ese momento penoso de iniciar el camino al tártaro, los humanos mexicanos siempre encontraremos algo que hacer, “el muerto al pozo y el vivo al gozo” -rezaba el dicho popular. Lo único bueno de la cuaresma es que siempre regresa con fanfarrias la comida de temporada, desde habas y lentejas que se convierten en el preámbulo de lo que será una comilona memorable, hasta el pipián y los mariscos fritos o en cóctel, todo es felicidad en la semana sagrada del aniversario de la ejecución de Jesús el Cristo Salvador. La esperanza de muchos pueblos y zonas de paseo es precisamente la semana mayor, llegan los paseantes con alegría a llenar hoteles y restaurantes. En San Luis Potosí la procesión del silencio es el principal atractivo, miles de personas participan en su organización. Quien diría, lo que comenzó como una marcha de toreros y beatas terminó siendo un gran negocio, porque últimamente ya quieren cobrar hasta por ocupar un metro de banqueta para fisgonear poquito. Lo bueno es que todos estamos de acuerdo en que el güero chuy vino a traer “la palabra”, que, si no, cualquiera pensaría que la razón de su visita a la tierra fue para salvar al turismo.
En política nacional e internacional el tema es la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y su exitosa “negociación” con el presidente de los Estados Unidos de América Donald Trump. Pasamos de “panzazo” la evaluación mensual, justo cuando creíamos que no iba a suceder nada el gringo dijo que “nanay”, que no le parecía que nos hubiéramos esforzado mucho en combatir el tráfico de fentanilo hacia el norte. Se prendieron las alarmas, el pánico se apoderó de todos, y la presidenta de México se mantuvo incólume, tal vez su plan era salir corriendo o arrojar un pastel, pero sus opciones eran reducidas, aun así, la señora se aguantó la risa y esperó, como aquél par de orates que esperaban a Godot y nunca se presentó. Pero la llamada de Trump sí llegó, y justo cuando la presidenta Sheinbaum había convocado una jornada de oración en el zócalo capitalino donde anunciaría una serie de acciones que advirtió: no serían represalias. Aquí la ventaja que tenemos los mexicanos es que la presidenta de México tiene amplia experiencia en tolerar y sobrellevar ancianos impertinentes con intempestivos cambios de carácter, tantos años acumulando ese conocimiento la vuelve una experta en el manejo de la inteligencia emocional. Si el presidente Volodímir Zelensky le hubiera llamado a Claudia Sheinbaum solicitando un consejo antes del fiasco reciente en la casa blanca hubiera salido avante de su affaire, para empezar, habría sabido cuándo mantener el hocico cerrado”.
La verdad es que no tiene caso responder con aranceles a los productos gringos porque los únicos que se van a joder son los consumidores mexicanos y la inflación se iría a los cielos, sería algo estúpido. Además, la principal empresa distribuidora de alimentos en México se llama Walmart, y también gran cantidad de productos que se consumen en México se producen en EEUU o son comercializados por empresas estadounidenses. Claudia Sheinbaum sabía de antemano que detener 29 capos de medio pelo y enviarlos como un obsequio para ser sacrificados por la justicia estadounidense no era suficiente, pero peor era poner su cara de palo y la batea de babas. Si está dispuesta a violentar el derecho mexicano y “expulsar” a los delincuentes sin un juicio previo para saciar un poco la sed de venganza del pueblo norteamericano, entonces bien podría serle útil al imperio. No creo que la jefa del ejecutivo sea tan “batallosa” a la hora de negociar la explotación de las reservas de litio, incluso, si en México no hay tierras raras, pues las conseguimos, todo sea por mantener contento al magnate y su socio Elon Musk. Digo, esos dos planean colonizar el planeta Marte y todos sabemos que cuando lleven el primer grupo de güeros al planeta rojo, van a necesitar quien lave los platos o destape los excusados, y para eso de cocinar los omelette y cuidar a los niños como si fueran propios, no hay nada mejor que un Juan y una Lupita.
La concentración en el zócalo capitalino fue un éxito, el acarreo como en las mejores épocas del partidazo, el otrora poderoso PRI nunca imaginó en su misoginia que una mujer sería el centro de atención y la cabeza del gobierno en el peor momento de las relaciones con el vecino del norte. Sabemos que la sumisión siempre la hubo, la determinación de los políticos mexicanos no era muy férrea, se sabe que en las décadas 60’s y 70’s en plena guerra sucia incluso los principales funcionarios de México tenían clave como informantes de la agencia central de inteligencia (CIA). No podríamos juzgar a la presidenta de México por un simple ¡sí, señor! Como decía el ex presidente de EEUU, Dwight Eisenhower: cuando las cosas van mal, la gente suele culpar al presidente, esa es precisamente una de las razones por las que se le paga a un presidente. Aun así, en el ideario político nacional los personeros de la presidenta de México exaltaron su valor y arrojo, su temple para no derrumbarse ante el avasallamiento de la poderosa nación, mejor los canadienses han sido una gran decepción, al primer grito truenan como ejote, será que nosotros tenemos menos que perder. Ora sí que como decía mi abuelo: el jodido va a todas.
En resumen, el valor de un político está en su capacidad de resiliencia y adaptación, a pesar de lo complejo de la situación, Claudia Sheinbaum vive su mejor momento, porque en este proceso no ha sido ni siquiera la fuerza moral del expresidente la que la sostuvo de pie frente al desafío. Tal vez fue su entereza o que no tenía otra opción más que aguantar, el analista político más elemental sabe que una confrontación de cualquier tipo con el vecino del norte no dejaría un país para gobernar a corto plazo, quizás incluso aceleraría un proceso de balcanización. A mí nadie me quita de la cabeza que esos méndigos regios estarían felices de convertirse en un condado texano. Seguramente la conferencia matutina de la presidenta de México será un eco de alabanzas, los afortunados reporteros e influencers presenciarán un momento histórico, el día que la jefa de gobierno salió del cascarón. Aun así, estamos seguros de que las cada vez más escasas referencias al expresidente tendrán consecuencias políticas, para acabarla de joder se suscitó un penoso incidente en la salutación previa al arribo de Claudia Sheinbaum al tapanco donde daría su discurso, los coordinadores de las cámaras y demás personajes estaban distraídos tomándose selfies y le dieron la espalda a la homenajeada. Llámenme insidioso y sospechosista, pero ya son demasiadas groserías para considerarlas coincidencias, eso nunca hubiera pasado con cabecita de algodón. El expresidente Andrés Manuel López Obrador siempre tenía la atención de la gente, sobre todo de los que estaban en primera fila.
Ah sí, el 8 M, un día antes las mujeres marcharon por todas las plazas del país, el mismo grito rabioso en contra de la discriminación, el acoso y los graves índices de violencia sistémica. Las mujeres desaparecidas y los feminicidios son una vergonzosa estadística que nos deja perplejos, más aún porque los dos gobiernos que emergen del pensamiento de izquierda parecen ignorar y repudiar las políticas progresistas en pro de la igualdad de género. Los grandes avances que ha habido sucedieron antes del arribo de la cuarta transformación al poder. Es de sobra conocido que Andrés Manuel López no gustaba de tratar con colectivos o la sociedad civil organizada, siempre las consideró manipuladoras y poco representativas. En cierta forma lo comprendo, no hay nada más que pueda temer un hombre autoritario que una mujer inteligente y que cuestione. Aun así, el presidente Andrés optó por una mujer como sucesora, corrió el riesgo. El lema de las feministas este 2025 fue: “no llegamos todas” -en referencia a la primera presidenta de México en su historia. El fisgón diría: nomás hacía falta que llegara una. Lo que deben entender los colectivos es que las estructuras de poder no se rompen porque le den de patadas o por pintar frases obscenas en los muros y organizar una marcha una vez al año, el estado las va a ignorar hasta que no se conviertan en una fuerza beligerante y constante que se arriesgue a dar portazos en oficinas públicas. Cuando los políticos resientan la invasión de la intimidad de su pequeño espacio de poder y la tranquilidad, entonces tendrán que modificar su visión de las cosas o perder el poder. Entonces sí puede que lleguen todas.
@gandhiantipatro