El muro perimetral de “La Troje” o “La Troja”, ubicada en el casco de lo que es la ex hacienda de La Pila, en la delegación del mismo nombre, con una historia de increíble, fue derribado, se hizo en lo que fuera un lienzo charro una pensión para autobuses de trasporte de personal, toda vez que el actual dueño es propietario además de una empresa de autotransportes.
La hacienda, fue fundada en el año de 1616, hace 404 años, por Martín Ruíz de Zavala, era en ese entonces paso obligado de viajeros de la Ciudad de México a San Luis Potosí, por ella pasaron personajes de la historia de nuestro México, como don Benito Juárez García, que se alojó varias veces en ella, antes de su llegada a la capital potosina. A los invasores franceses. A la princesa Salm Salm cuando vino a San Luis a entrevistarse con el presidente Juárez para perdón el indulto para Maximiliano.
El pasado domingo se cumplieron 136 años de aquel 12 de julio de 1884, cuando La hacienda La Pila fue adquirida por el general Carlos Díez Gutiérrez por compra que hizo a Merced Gómez y Lozano y demás herederos de Cleofás Gómez como se verificó en términos de la escritura extendida ante el señor licenciado y Notario Público José Vega.
Esta ex hacienda se utilizó cuando era propiedad de José María Gorriño y Arduengo como campo de entrenamiento por Félix María Calleja del Rey, para entrenar las fuerzas realistas que acabaron con Miguel Hidalgo en Puente de Calderón.
Lectores de Región Centro nos comparten información y un dato histórico de la ex hacienda de La Pila, dónde se aprecia una fotografía de “La Troje” de la ex hacienda.
Las Trojes eran usadas por los hacendados para guardar el fruto de sus cosechas ya que en aquellos tiempos sus siembras eran en su mayoría de temporal, es decir, preparaban las tierras para el tiempo de lluvias, pocas haciendas contaban con pozos para riego.
En ésta parte de la hacienda fue construido en los años 90s un lienzo charro que albergaba el equipo Charros de Hacienda La Pila, quienes participaban a nivel nacional poniendo en alto el nombre de La Pila. En su haber tuvo un congreso estatal charro en sus instalaciones.
Fue adquirida por un empresario de la rama del transporte de personal, quien al no tener interés en el lienzo charro destruyó parte de sus instalaciones como corrales, ruedo, partidero, etc. Dejando solo las gradas. Acondicionando su propiedad como pensión o taller de camiones.
Lo triste es que en esta remodelación de la propiedad; Tiró la barda perimetral de “La Troje” o “La Troja” como coloquialmente la conocen los pobladores, ignorando si esto lo permitió la dependencia que corresponde cuidar los monumentos históricos como el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
