Estudiantes de la Universidad de la Cruz Roja denunciaron presuntas prácticas de corrupción, nepotismo y deficiencias académicas al interior de la institución, lo que ha puesto en duda la calidad de la formación que reciben.
De acuerdo con las inconformidades, las colegiaturas aumentan cada semestre sin que existan mejoras visibles en infraestructura ni recursos educativos. Los alumnos señalan que, en lugar de invertir en laboratorios o bibliotecas, los recursos podrían estarse desviando a los bolsillos de los directivos, quienes presumen costosos vehículos. Además, acusan que se les obliga a cubrir cuotas adicionales, como boletos de eventos o aportaciones forzadas a la colecta anual, lo que genera una carga económica mayor para sus familias.
Los estudiantes también reportan irregularidades en los campos clínicos, muchos de los cuales carecen de condiciones adecuadas para el aprendizaje. Incluso, afirman que algunos hospitales han restringido el acceso a practicantes debido a presuntos adeudos de la universidad. Los maniquíes y materiales de simulación estarían en condiciones deterioradas, y las prácticas quedarían en manos de personas sin preparación.
Otro señalamiento apunta a la falta de preparación docente, pues algunos maestros únicamente recomiendan videos en redes sociales para complementar la enseñanza. Asimismo, critican el nombramiento de personas sin experiencia en cargos académicos y directivos, lo que consideran un acto de nepotismo.
El descontento crece también por las presuntas represalias contra quienes protestan. Varios alumnos aseguran haber sido amenazados con retrasar su titulación si insisten en denunciar públicamente las carencias.
Con estas denuncias, la comunidad estudiantil exige transparencia en el manejo de los recursos, mejores condiciones académicas y respeto a la libertad de expresión dentro de la institución.