La eléctrica española Iberdrola, líder del sector en Europa, inició la venta de sus últimas 15 plantas de generación renovable en México, incluyendo centrales de ciclo combinado en Tamazunchale, San Luis Potosí. La operación, gestionada por Barclays Bank, está valuada en 4 mil millones de euros (unos 4.7 mil millones de dólares), según informó el medio El Confidencial.
Los activos en venta comprenden seis parques eólicos, tres plantas fotovoltaicas y seis centrales de cogeneración y ciclo combinado, distribuidos en 12 estados como San Luis Potosí, Coahuila, Nuevo León, Querétaro, Tamaulipas, Puebla, Sonora y Guanajuato. La decisión responde a preocupaciones por la inseguridad jurídica y fiscal en México, que ha reducido el atractivo para el capital privado en el sector energético.
Esta venta marca la segunda fase de la retirada de Iberdrola, tras ceder el 55% de sus activos al Gobierno mexicano en 2024 por 6 mil millones de dólares, en una operación descrita por el expresidente Andrés Manuel López Obrador como una “nueva nacionalización” para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, reorienta la estrategia hacia mercados con mayor estabilidad regulatoria, como Estados Unidos y el Reino Unido. La compañía anunció una ampliación de capital de 5 mil millones de euros para modernizar y expandir redes eléctricas en esos países, destinando más del 80% de sus 15 mil millones de euros anuales de inversión a estas regiones.
La salida de Iberdrola de México, incluyendo estados estratégicos como San Luis Potosí y Tamaulipas, refleja un cambio significativo en el sector energético nacional y un entorno menos favorable para la inversión extranjera.
