SANTA MARÍA DEL RÍO. – El rugir de los motores, la camaradería entre motociclistas y un noble gesto de apoyo a la causa animalista marcaron la exitosa edición 2025 del evento “La Rebocera”, que volvió a llenar de energía y algarabía las calles de este Pueblo Mágico, consolidándose como una celebración clave para el turismo y la proyección del municipio.
Decenas de motociclistas, provenientes de distintas partes del estado y del país, arribaron en caravana a bordo de potentes motocicletas, generando expectativa y entusiasmo entre los habitantes.
El evento no solo ofreció un espectáculo visual y sonoro para los asistentes, sino que también tuvo un componente solidario: los clubes participantes trajeron consigo donaciones de croquetas para la agrupación “Patitas a la Obra SMR”, que trabaja incansablemente en el rescate y cuidado de perros y gatos en situación de calle.
La comunidad recibió con entusiasmo a los visitantes, que además de recorrer el municipio y disfrutar de su arquitectura, cultura y gastronomía, dejaron una importante derrama económica al consumir en negocios locales y participar en actividades organizadas para su estancia.
A través de sus redes sociales, las autoridades municipales compartieron su balance positivo del evento:
“Así vivimos La Rebocera 2025, un evento que impulsa el turismo y la economía local. Me dio mucho gusto trabajar de la mano con los organizadores y garantizar las condiciones necesarias para que se llevara a cabo con éxito.”
La conjunción entre deporte motor, promoción turística y compromiso social permitió que “La Rebocera” brillara nuevamente, consolidándose como un evento esperado por los habitantes y atractivo para los visitantes.
Organizadores y autoridades coincidieron en señalar que este tipo de encuentros no solo fortalecen el sentido de comunidad, sino que también permiten visibilizar causas importantes como el cuidado animal y el rescate de espacios públicos a través de eventos culturales y recreativos.
Con la edición 2025 superando expectativas, Santa María del Río reafirma su vocación como anfitrión de grandes eventos y como ejemplo de cómo combinar tradición, turismo y conciencia social en un solo motor de desarrollo.