El Real Madrid remató el trabajo en Stamford Bridge (0-2) y se clasificó a semifinales de la Liga de Campeones ante un Chelsea que volvió a desprender una ausencia de gol aterradora.
No fueron inferiores los ‘Blues’, pero su ineficacia de cara a puerta, junto a un Thibaut Courtois espléndido y un Rodrygo estelar, terminó por cercenar sus pocas opciones ante un Real Madrid lejos de la brillantez de las remontadas a las que ha acostumbrado en las vueltas europeas.
Esta vez no fue una exhibición ni un paseo. Fue una muestra de que el Real Madrid a veces sabe jugar con el resultado y defenderse. Contentarse con el marcador hasta que surge la oportunidad. Hasta que la pelota llega a las botas de Rodrygo a media hora para el final y este ajusticia al Chelsea con celebración a lo Cristiano incluida.
Y poco más. Descafeinado, visto el historial de los blancos en Europa, pero efectista. Porque la historia podría haber sido distinta si el visor del Chelsea, ese que lleva averiado toda la campaña, por una vez hubiera apuntado a las redes.
Con el doblete de Rodrygo, que afina su idilio con Europa, el Real Madrid vuela a sus terceras semifinales consecutivas, once en trece años.
El AC Milán, de vuelta en la cima
El Milán volverá a disputar unas semifinales de Liga de Campeones 16 años después de la última vez. Lo consiguió tras una eliminatoria en la que despertó de su sueño a un Nápoles (1-1, 2-1 resultado global) que pese a todo será histórico, pero en la que rubricó un perfecto ejercicio de resistencia y una demostración de madurez que le abrió las puertas a una gloria que puede ser aún mayor.
La noche mágica que quería el Nápoles en su estadio, en un Diego Armando Maradona devoto con los once de a pie y con el pastor que les guía, un Luciano Spalletti que introdujo a Politano en el perfil diestro por Lozano cómo única variante táctica, sin tener en cuenta las obligadas por sanción de Min-Jae y de Anguissa, comenzó exactamente como seguro habían soñado.
El Milán vuelve a estar entre los grandes 16 años después, desde aquella edición de 2007 que acabó ganando. El Nápoles despierta del sueño.
Manchester City humilló al FC Bayern
El Manchester City se clasificó este miércoles a las semifinales de la Liga de Campeones tras empatar 1-1 ante un buen Bayern Múnich, al que goleó en la ida por 3-0, y se enfrentará al Real Madrid, vigente campeón, en la ronda de los cuatro mejores.
El primer tiempo fue el del Bayern, que jugó con una gran intensidad, ganó muchos balones divididos y tuvo más llegada que el City, pero sin encontrar el gol que hiciera parecer posible una remontada milagrosa.
Haaland no falló. Tras llegar al área y regatear a Upamecano, batió a Yann Sommer con un disparo con la zurda antes de que De Ligt pudiera bloquear el disparo.
Con el gol de Haaland la posibilidades de soñar del Bayern empezaron a tender a cero. El público, que había estado muy presente hasta ese momento, así lo entendió.
El ánimo en el Allianz Arena cayó. El Bayern siguió intentando llegar pero su energía era menor.
El estadio volvió a encenderse un poco cuando Joshua Kimmich logró el empate al marcar en el 84 un penalti por mano de Akanji que el árbitro pitó tras ser avisado por el VAR y ver la acción en el monitor.
Lautaro mete al Inter de Milán en la semifinal
El Inter vuelve a estar entre los grandes, en unas semifinales de Liga de Campeones tras 13 años alejado de ellas. Una hazaña con sabor argentino, gracias a los goles fundamentales de Lautaro y Correa, que certificaron el pase ante el Benfica (3-3, 5-3 resultado global) en un San Siro que albergará la eliminatoria de semifinales al completo, con un derbi de Milán histórico.
Con una idea muy clara de inicio de partido, guiado por el frenesí de un San Siro que jugó su propio partido, el Inter cumplió con su promesa de los días previos y jugó sin pensar en el resultado de la ida. Inzaghi mantuvo la presión alta y le metió la idea a sus jugadores de que todavía quedaba un mundo para llegar a las semis.
Nada pudo empañar la fiesta, nada pudo evitar que el Inter alcanzara, merecidamente, las semifinales, dejando fuera a una de las revelaciones de la competición. Lautaro y Correa finalizaron el trabajo de la ida y devolvieron al Inter entre los grandes. Todo un ‘Derbi della Madonnina’, el derbi más bonito de Italia, decidirá que conjunto milanés viaja a Estambul.