Aunque el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha catalogado el incremento de las remesas de los paisanos como un logro de su gobierno, los recortes al presupuesto de atención a migrantes han asfixiado a los institutos estatales de atención a los migrantes, los cuales trabajan sin presupuesto y no cuentan con los recursos básicos para brindar alguna atención.
En este sexenio prácticamente han desaparecido programas que apoyaban a los deportados como el 3×1 para Migrantes y Fondo de Apoyo a Migrantes, en cambio el personal del Instituto Nacional de Migración (INAMI) ha buscado a líderes migrantes para que les brinden apoyos y donaciones para las estaciones y estaciones migratorias, cuando el mantenimiento de estos espacios corresponde al Gobierno Federal y se estipulan altos presupuestos que se quedan en los bolsillos de los Delegados Federales.
Ante esta falta de recursos para operar y las malas condiciones que el Gobierno Federal ofrece a los repatriados, la Comisión Nacional de Derechos Humanos expresó su rechazo ante la vulnerabilidad en la que se encuentran, sin recursos y sin la posibilidad de acercarlos a sus lugares de origen por lo que pueden ser víctimas del crimen organizado.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) expresó su preocupación y rechazo ante las condiciones en las que son devueltos y repatriados miles de mexicanos desde Estados Unidos de América y exige a las autoridades de nuestro país revisar los acuerdos generales y locales en esta materia, a fin de que se respete su dignidad y derechos fundamentales.
Durante el 2020, personal de la CNDH ha mantenido presencia constante en los aeropuertos en los cuales se ha incrementado el número de vuelos procedentes de Estados Unidos, acreditando situaciones que atentan contra los derechos de las personas migrantes, mismas que contribuyen a su estigmatización y rechazo, las exponen a ser víctimas del crimen organizado y obstaculizan el retorno a sus comunidades de origen.
Este Organismo Autónomo ha podido constatar que los connacionales son detenidos en instalaciones administradas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) y devueltos de forma inmediata sin que tengan conocimiento de sus derechos; además de que son trasladados en vuelos que no consideran la posibilidad de acercarlos a sus lugares de origen.
Asimismo, viajan esposados de pies y manos, portan vestimenta, calzado y pulseras que los estigmatizan y durante los trayectos no se cumple con el criterio de sana distancia para evitar contagios del coronavirus SARS-COV-2.
Ante ello, la Comisión Nacional subraya la urgencia de fortalecer el sistema de protección consular para quienes son devueltos y repatriados, mediante la revisión del Memorándum sobre la Repatriación Segura, Ordenada, Digna y Humana, suscrito entre los gobiernos de México y Estados Unidos; al tiempo que pide a la Secretaría de Relaciones Exteriores revisar los acuerdos locales de repatriación que firman los consulados mexicanos con las Oficinas de Aduanas y Protección Fronteriza.
Finalmente, la CNDH exhorta al Instituto Nacional de Migración cumplir a cabalidad con su función de autoridad receptora de nuestros paisanos, para que sean canalizados ante las autoridades competentes de acuerdo con sus necesidades particulares o específicas y conducidos a su destino de origen. Recordamos a las y los paisanos: México siempre será tu casa, la CNDH te orienta y acompaña.