Una niña de 10 años originaria de San Luis Potosí perdió la vida en Kerrville, Texas, tras ser arrastrada por la crecida del río Guadalupe durante su estancia en el campamento Kamp Mystic. El hecho ocurrió el fin de semana del 4 de julio, cuando intensas lluvias provocaron severas inundaciones en la región, dejando al menos 88 muertos.
La menor participaba en un campamento recreativo junto a otros 26 niños y guías que fueron sorprendidos mientras dormían por el desbordamiento del afluente. Su cuerpo fue localizado el lunes por equipos de rescate. La tragedia ha causado profunda tristeza tanto en su natal San Luis Potosí como entre la comunidad latina en Texas.
Texas enfrenta uno de los peores desastres naturales en décadas, con daños devastadores principalmente en el condado de Kerr. Las autoridades han recuperado 75 cuerpos en esa zona y otros 13 en distintos puntos del estado. Helicópteros, embarcaciones y drones participan en las labores de búsqueda, que aún continúan.
El presidente Donald Trump anunció su intención de visitar la zona, mientras que el senador Ted Cruz calificó el evento como una “pesadilla”. Las exigencias para revisar protocolos de seguridad en campamentos infantiles no se han hecho esperar, ante una tragedia que ha dejado cicatrices profundas en decenas de familias.
