El nuevo primer ministro de Japón dijo el sábado que está determinado a que Tokio albergue los Juegos Olímpicos el año próximo, como “una prueba de que la humanidad ha derrotado a la pandemia”.
Los Juegos de 2020 se pospusieron a medida que el Coronavirus se propagaba por todo el mundo, y han persistido las dudas sobre el futuro de la celebración deportiva.
El primer ministro Yoshihide Suga dijo en un discurso grabado ante la Asamblea General de Naciones Unidas que su gobierno hará todo lo posible por albergar los Olímpicos.
“No escatimaremos esfuerzos a fin de darles la bienvenida a unos Juegos que sean seguros”, indicó.
Las encuestas han mostrado que la mayoría de las empresas japonesas y el público no cree que los Juegos Olímpicos deban llevarse a cabo ni que ello vaya a ocurrir el año próximo. Un sondeo publicado en junio por la televisora japonesa NHK indicó que dos tercios de los patrocinadores estaban indecisos sobre la posibilidad de postergar las justas por otro año.
Mantener involucrados a los auspiciadores es crucial para las finanzas de los Juegos. Y los dirigentes japoneses se han mostrado ansiosos por resaltar que el evento sí se realizará el año próximo.
Los patrocinadores nacionales, reclutados por la agencia publicitaria japonesa Dentsu Inc., han pagado una cifra récord de 3.300 millones de dólares —al menos el doble que en cualquier otra edición olímpica— al comité organizador local. Esa cifra se suma a una docena de patrocinadores permanentes que han firmado contratos de largo plazo con el Comité Olímpico Internacional.
Algunos tienen además convenios con los organizadores de Tokio.
Sin embargo, los organizadores japoneses han aventurado poca información acerca de cómo será posible que 15.400 deportistas olímpicos y paralímpicos, empleados y dirigentes, estén seguros sin que esté disponible todavía una vacuna o tratamiento eficaz contra el Coronavirus.