Una empresa de biotecnología con sede en Estados Unidos logró lo que parecía improbable: traer de vuelta al lobo terrible, una especie extinta desde hace más de 10 mil años. A través de ingeniería genética, Colossal Biosciences presentó públicamente a los primeros tres ejemplares nacidos bajo este proceso: Rómulo, Remus y Khaleesi.
Los dos primeros cachorros tienen seis meses de vida; la tercera, una hembra, nació a finales de enero de 2025. La compañía, conocida previamente por sus investigaciones sobre mamuts y dodos, empleó muestras genéticas preservadas para reconstruir el genoma del lobo terrible a partir del ADN de restos arqueológicos.
Para recrear la especie, los científicos editaron el ADN de lobos grises comunes, modificando 14 genes clave relacionados con características como el tamaño, la potencia de la mandíbula y la estructura craneal. También utilizaron perras domésticas como madres sustitutas, sin registrar complicaciones en el proceso reproductivo.
Las muestras genéticas utilizadas provienen de restos hallados en Ohio y en American Falls, con una antigüedad de hasta 72 mil años. A partir de estas, se generaron 45 óvulos modificados, de los cuales surgieron los tres ejemplares nacidos.
El proceso ha sido denominado por la empresa como “des-extinción”. Aunque los cachorros han sido criados en una instalación de ubicación reservada, la empresa ha compartido registros visuales de su crecimiento. Actualmente, los lobos miden 1.20 metros y pesan alrededor de 36 kilogramos, con expectativa de crecer aún más.
Este avance vuelve a abrir el debate sobre los límites éticos y científicos de revivir especies desaparecidas. Mientras tanto, Colossal Biosciences continúa desarrollando proyectos similares, bajo una premisa que podría transformar la relación entre ciencia y extinción.
