La industria automotriz en San Luis Potosí, que emplea a más de 80 mil personas y posiciona al estado como el quinto productor de vehículos en México, enfrenta un panorama de menor crecimiento en 2025, según expertos. Factores globales, desafíos en infraestructura y tensiones comerciales figuran entre las principales causas.
De acuerdo con el Clúster Automotriz de San Luis Potosí, la entidad destaca por su alta exportación de autos terminados y autopartes, con cerca de 250 empresas dedicadas a la producción de componentes como llantas, sistemas eléctricos y repuestos. En 2023, el estado atrajo más de 1,600 millones de dólares en inversión extranjera, aprovechando su ubicación estratégica para la distribución hacia puertos y la frontera norte.
Fernando Ibarra Jiménez, presidente de la Alianza Industria 4.0, advirtió que la transición global hacia vehículos eléctricos enfrenta barreras significativas en México, como la falta de infraestructura para cargadores eléctricos en ciudades y carreteras. Además, la posible reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos añade incertidumbre a las inversiones y las negociaciones del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
Ibarra Jiménez señaló que varios proyectos de inversión anunciados para finales de 2024 y 2025 se han pospuesto hasta que se aclaren las políticas de la nueva administración estadounidense y los términos del TMEC. Aunque los inversionistas chinos mantienen interés en México, se prevé que estas inversiones se orienten más hacia la producción local y mercados en Centro y Sudamérica, en lugar de exportaciones a Estados Unidos.
A pesar de los retos, el especialista descartó despidos masivos o una crisis laboral en la industria automotriz local. Empresas recientemente anunciadas continúan en fase de arranque y requerirán personal en el corto plazo. No obstante, el menor dinamismo podría impactar en la creación de nuevos empleos en el sector, que ha sido un motor económico clave en la última década.
Esta contracción plantea interrogantes sobre la capacidad de San Luis Potosí y México para adaptarse a las transformaciones globales de la industria automotriz, que demandan mayor preparación tecnológica e infraestructura adecuada.
