VILLA DE REYES, S. L. P. – Usuarios del transporte de pasajeros, foráneo, de los llamados “polleros”, denunciaron que el servicio que presta la empresa Flecha Amarilla en esta actual crisis sanitaria, deja mucho que desear, pues, aunque algunas áreas de los autobuses llevan colocada cinta plástica amarilla, lo cierto es que nadie se preocupa porque la restricción sea cumplida.
Las cintas amarillas, con las cuales supuestamente acordonan el área para que estén a la distancia que deben estar una persona de la otra, no son respetadas, no hay quien vigile el cumplimiento de esas restricciones, así cuando se llega a las horas “pico”, los autobuses en la parte posterior van ya sin ninguna restricción, con pasajeros unos al lado del otro.
Como es sabido, dependencias como lo es la COEPRIS, Protección Civil e incluso la SCT, advirtieron que todas aquellas empresas que no acaten las medidas sanitarias, serían multadas, eso al menos en la intención, pero en la práctica no se ha visto, los autobuses se desplazan con los asientos posteriores a su capacidad y con parte de los pasillos con gente que viaja de pie.
No es extraño, entonces, que los usuarios tengan el temor fundado de poder ser víctima de contagio de COVID-19, pues el incumplimiento de las medidas sanitarias, trae aparejado, la propagación del coronavirus y con esto más contagios.
Algunos usuarios del transporte público de pasajeros, de este tipo de servicio llamado “pollero”, piden a las autoridades involucradas tomen cartas en el asunto para hacer cumplir con los protocolos sanitarios, previamente establecidos.
Rosendo Segura Tapia, dirigente de COTAS Villa de Reyes y da su opinión acerca de las acciones que se han tomado desde el nivel federal para el control de la pandemia mundial por covid 19 el cual a llevado a familias y principalmente al sector campesino a caer en la desesperación, también algunos a no seguir las medidas sanitarias y dejar de creer.
Sin tener datos exactos ni conocer la magnitud de la enfermedad y los contagios de covid 19, el gobierno federal ha mantenido a la gente con la incertidumbre del punto más alto de contagios y así cambiándonos la perspectiva mes con mes, alterando mentalmente a las personas y generando un estrés y presión por la necesidad de mantener una familia que con las actividades detenidas enferma dentro de sus hogares por no tener datos correctos y exactos de lo que en verdad ocurre allá afuera.