Sin lugar a dudas, la falta de previsión y además, el pésimo mantenimiento que se ha dado a los pozos profundos que abastecen de agua potable la mancha urbana, ha dado origen al actual problema que se tiene con el abastecimiento de agua potable, las autoridades deben entender que en cualquier gobierno, sea municipal o estatal, su Talón de Aquiles es el suministro de agua potable; se puede vivir sin caminos, sin energía eléctrica, sin bailongos, pero no sin agua, el agua es vida y esa debiera ser su principal preocupación, no festejos ni pachangas, tampoco torneos deportivos que si bien, motivan a la juventud a participar en eventos, la prioridad debe ser el asegurar el suministro suficiente de agua potable para la población en general. No solo en cabecera, sino hasta quienes viven en las comunidades más australes de cabecera y, además, no utilizar como bandera obras hidráulicas fantasiosas que no se van hacer.
Pero otro aspecto que se debe cuidar, es el referente al desperdicio indiscriminado que algunas personas hacen del vital líquido. En ocasiones, tramos de la calle Primo Feliciano Velázquez parecen arroyos, corre el agua libremente, se dice que, por fugas, otros aseguran es el desperdicio que alguna gente hace, sin importar que, en otras áreas de la misma zona, hay familias que carecen del líquido siquiera para sus más elementales necesidades. Otras personas se empeñan en lavar las banquetas y “barrerla” con agua, con el chorro de la manguera pretenden quitar la tierra, por simple comodidad, eso debe terminar, se hace falta fomentar la cultura del uso racional del agua, antes que sea demasiado tarde. El río ya quedó solo en mito, en leyenda.
Por lo que hace a la política, tenemos que ya los grupos se mueven para posicionar a sus precandidatos, para encaramarlos a la candidatura y así poder aspirar a llegar a Presidencia Municipal, nadie da tregua, las campañas sucias también se dejan sentir, aunque es por debajo del agua, otros se dedican abiertamente a realizar labor de proselitismo, ofrecen obras y dar solución a ancestrales problemas, lo peor es que solo les recuerdan esos problemas, porque al final no los resuelven y se olvidan del asunto, incluso hasta llegan algunos a firmar los compromisos, en otro engaño a los ciudadanos, su clientela electoral, aunque ya en estos tiempo, esa clientela electoral conoce el valor y poder del voto y están decididos hacerlo valer y más de uno se puede llevar una sorpresa el día de las elecciones, aunque aún faltan varios meses para que se llegue esa fecha, por eso los que antes de tiempo queman pólvora deberían pensarlo dos veces, no creerse ya en los cuernos de la luna.
