San Luis Potosí enfrenta una creciente crisis de contaminación del aire que ha cubierto la ciudad con una capa de partículas que oscurece el cielo y afecta la visibilidad. En los últimos días, la calidad del aire ha empeorado, pero la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (SEGAM) no ha presentado ninguna solución concreta, limitándose a recomendar a la población evitar actividades al aire libre.
La ausencia de una estrategia integral para abordar la situación ha generado descontento entre la sociedad civil y grupos ambientalistas, quienes piden una intervención más efectiva para reducir las emisiones contaminantes. La situación preocupa especialmente porque, históricamente, el estado había mantenido bajos niveles de contaminación, y ahora los efectos se han expandido a otros municipios, llegando hasta la Zona Media, lo que ha disparado las alarmas entre los residentes.
Los expertos advierten que la contaminación podría tener graves repercusiones en la salud pública, especialmente durante la temporada invernal, cuando las enfermedades respiratorias suelen aumentar. Para evitar que el problema empeore, se ha sugerido una revisión más estricta de las industrias cercanas a áreas urbanas, como las empresas, ladrilleras y minas, con el fin de implementar medidas efectivas para frenar la contaminación y evitar que la situación se vuelva irreversible.