El Banco Mundial (BM) anticipó una desaceleración económica para México en 2025, derivada del agotamiento del impulso generado por los grandes proyectos de infraestructura pública y del efecto de nuevas restricciones comerciales, en particular los aranceles impuestos por Estados Unidos.
En su más reciente Revisión Económica de América Latina y el Caribe, el organismo ajustó al alza su previsión de crecimiento para México, pasando de 0.2 a 0.5 por ciento, aunque la cifra permanece por debajo del 1.4 por ciento registrado en 2024.
A nivel regional, el crecimiento de América Latina y el Caribe pasaría de 2.2 por ciento en 2024 a 2.3 por ciento en 2025, impulsado principalmente por la estabilidad del consumo privado ante un entorno de menor inflación y mercados laborales resilientes. No obstante, el reporte advierte que la inversión se mantiene moderada, lo que limita el dinamismo general.
En el caso de México, el BM destacó que la incertidumbre comercial por los nuevos aranceles estadounidenses y la reducción de la inversión pública han deteriorado las expectativas económicas. Aunque la volatilidad en los indicadores de incertidumbre ha disminuido respecto al pico registrado en abril de 2025, continúa en niveles elevados.
El organismo señaló además que el proceso de nearshoring avanza lentamente fuera de sectores específicos, y recomendó atender los principales cuellos de botella en infraestructura logística, regulación y capacitación laboral para acelerar su impacto.
De cara al futuro, el BM subrayó que la próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026 será un punto clave para las relaciones comerciales de la región, con posibles efectos directos en la confianza de los inversionistas.
Finalmente, el informe indicó que, pese al atractivo geográfico y comercial del país, los niveles de Inversión Extranjera Directa (IED) se han mantenido estables, lo cual evidencia los retos para convertir el posicionamiento estratégico de México en un crecimiento sostenido de largo plazo.