En un nuevo episodio que exhibe la opacidad y el uso político de los programas públicos, ciudadanos de San Luis Potosí denunciaron irregularidades graves en la integración de los Consejos de Salud, señalando directamente a operadores de Morena y de la Secretaría del Bienestar por manipular el proceso a favor de sus propios intereses.
La queja principal surgió en la capital potosina, donde se había convocado a una asamblea vecinal para la conformación de un Comité de Salud. Sin embargo, los asistentes relataron que el evento fue cancelado de forma abrupta, sin explicación previa, luego de que funcionarios detectaran la llegada de ciudadanos genuinamente interesados en participar. Según los testigos, los organizadores abandonaron el lugar alegando supuestas irregularidades en el padrón, una excusa que los vecinos consideran pretextos para evitar una votación legítima.
Los inconformes acusaron que funcionarios ligados a la Secretaría del Bienestar y a Morena llegaron acompañados de personas ajenas a la comunidad, con la clara intención de imponer a sus allegados como integrantes del comité. De acuerdo con las denuncias, se permitió el ingreso a individuos con distintivos partidistas, mientras que los propios habitantes de la zona fueron rechazados arbitrariamente.
Este tipo de prácticas, que no son nuevas en el manejo de programas federales, han despertado una creciente indignación entre los ciudadanos, quienes señalan que se repiten en otros ejercicios como “La Escuela es Nuestra”. En ese caso, también se ha documentado el desvío de recursos hacia constructoras presuntamente ligadas a Morena y a operadores de Guillermo Morales López, actual delegado del Bienestar en el estado, quien ha guardado silencio ante estas acusaciones.
Ante el intento de manipulación, los vecinos anunciaron que levantarán actas y promoverán impugnaciones legales para impedir que se consume esta imposición disfrazada de participación ciudadana. Aunque se reprogramó la asamblea para el próximo viernes, la desconfianza hacia las instituciones involucradas va en aumento, especialmente por el uso faccioso de programas que deberían beneficiar a toda la comunidad, no solo a los intereses de un partido político.