En tres meses se han registrado al menos 20 ejecuciones y asesinatos de alto impacto
El Presidente Ramón Torres prefiere encerrarse en el cuartel de su casa, no por miedo a la pandemia si no por los reclamos
Imparable la violencia en Rioverde, las autoridades municipales se esconden ante los reclamos de la población, por lo hechos delictivos y de alto impacto, que se han recrudecido en los últimos meses.
La seguridad se le ha escapado de las manos al Alcalde José Ramón Torres García, quién ha decidido acuartelarse en su domicilio, y no por miedo a la pandemia, si no por los constantes hechos delictivos, que ponen en tela de juicio, su fallida o inexistente estrategia de seguridad.
Esto quedó de manifiesto tras el asesinato del empresario Ulises Rocha, el pasado sábado, mientras caminaba sobre la calle Juárez rumbo a su hogar, muy cerca de la zona centro.
Los asaltos, robos y extorsiones están a la orden de día; apenas el pasado 3 de agosto sujetos armados secuestraron a un empleado de una gasolinería, a quién le robaron miles de pesos, las autoridades no ha informado sobre esta situación.
El pasado 30 de junio, un sujeto fue acribillado mientras comía en un restaurante; días antes el 20 de junio se registró la ejecución del propietario de un taller mecánico; a principios del mes otro suceso, de la misma línea, cimbró entre la comunidad musical, sujetos habían levantado a un joven que se dedicaba a cantar en la zona de los mercados, su cuerpo apareció en un predio baldío con huellas de violencia, hasta el momento nada se sabe del caso.
Sería el 19 de junio, cuando un se registrará otro lamentable suceso, el cuál cimbró a la comunidad rioverdense, un empresario de nombre Sergio A. fue secuestrado, y lamentablemente fue encontrado sin vida, en una casa en construcción propiedad de su familia; las autoridades municipales guardaron absoluto silencio, a pesar de que se trató de un familiar de la Diputada Panista Vianey Montes .
Durante el mes de mayo, se registraron al menos 4 ejecuciones más, así como el operativos para desarticular bandas de delincuentes, resaltando el cateo de diversas propiedades en fraccionamientos exclusivos, donde se decomisaron armas y estupefacientes; inclusive trascendió que en uno de los domicilios, que se registraron, y donde se encontró una casa de seguridad, era propiedad de un familiar directo del alcalde Ramón Torres Garcí, nuevamente el silencio reinó sobre el caso.
Las cosas no han parado ahí, pues a unos días de celebrar el Dia del Niño en el mes de abril, se da un ataque armado, en el fuego cruzado murió un pequeño de solo 10 años, el cuál acompañaba a su padre quién quedó herido de gravedad, los hechos calaron hondo entre los rioverdenses, no hubo siquiera una condolencia o un mensaje de apoyo a la familia del menor afectado.
Sin duda la violencia en Rioverde no ha parado, no ha dado tregua a las autoridades, que luchan sólo contra el Covid-19, ha evidenciado la falta de una estrategia publica en materia de seguridad, ha evidenciado el vacío de poder en el gobierno local, dejando a su suerte a la ciudadanía en general, que ya no pueden transitar de manera normal por las calles de su municipio, ante el miedo de quedar en medio de una situación de riesgo, por la inseguridad que prevalece en su terruño.
