Autoridades libanesas también aseguraron que en la zona aún hay varios restos humanos
Después de la impresionante explosión que se suscitó en una bahía de Beirut, Líbano, el pasado 4 de agosto, autoridades libanesas aseguraron que, como rastro del lamentable acontecimiento, quedará un cráter de 43 metros de profundidad, situación que ralentizará, considerablemente, los trabajos de limpieza, recuperación de restos humanos y de reconstrucción de la zona.
El cráter fue reportado por expertos franceses en pirotecnia que están realizando las labores de investigación en el lugar de la tragedia. Así mismo, la policía local está colaborando con dicho personal para buscar más evidencias que ayuden a la identificación plena de la causa que originó la explosión.
Hasta el momento se registran 150 personas muertas, 6 mil heridas, decenas de desaparecidos y 300 mil quedaron sin casa.
Las indagaciones señalan que las explosiones fueron causadas por la explosión de un almacén que contenía 2 mil 750 toneladas de nitrato de amonio resguardado sin medidas de prevención desde hace seis años, dijo el primer ministro libanés Hassan Diab. Sin embargo, no se descarta ninguna otras hipótesis como una intervención externa, un misil «o cualquier otro acto», dijo el presidente libanés, Michel Aoun.
