Tras 16 años de espera, Novak Djokovic logró el único gran triunfo que le faltaba en su carrera: bañarse en oro en los Juegos Olímpicos. En París 2024, el serbio venció a Carlos Alcaraz en una final épica, jugando a un nivel superlativo durante dos horas y 50 minutos, imponiéndose con un doble 7-6 en la arcilla de la Philippe-Chatrier.
El partido fue una batalla sin tregua, donde ambos jugadores se enfrentaron con intensidad desde el inicio. El primer set, que duró más de una hora, vio 13 oportunidades de quiebre sin concretar, culminando en un tiebreak perfecto para Djokovic. El segundo set continuó con la misma intensidad, con Djokovic destacando por su fortaleza en el servicio y su juego defensivo, llevándose nuevamente el tiebreak para asegurar la victoria.
Al conseguir el punto final, Djokovic se derrumbó en la pista, dejando fluir sus lágrimas tras años de decepciones en Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020. Con esta victoria en París 2024, Djokovic alcanza el sueño olímpico y consolida su legado con todos los grandes títulos que un tenista puede aspirar a ganar.
