En la memoria de la nación, vivirá y dolerá para siempre los sucesos ocurridos el 2 de octubre en la plaza de las tres culturas, en Tlatelolco, a solo unos días antes de empezar las olimpiadas de 1968. Aquella masacre a los jóvenes estudiantes que protestaban contra las injusticias gestadas por el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, marcó un precedente en la historia y cultura del país, desde el cine a la televisión, diferentes realizadores se han encargado de retratar a detalle lo ocurrido ese día, y que hoy, podemos revisitar como parte de nuestra historia para comprender mejor, como se vivieron dichos eventos.
Una de las obras más conocidas y controversiales de aquellos años fue la llamada “Rojo amanecer” dirigida por Jorge Fons, en donde somos partícipes de la acción desde los inicios de las huelgas estudiantiles hasta la trágica noche del 2 de octubre en la cotidianidad de una familia que vive en uno de los apartamentos de la plaza, siendo personajes que se involucran directa o indirectamente con el conflicto. La cinta, grabada casi en su totalidad en una sola locación, logra transmitir tanto al espectador, que es de los trabajos más inmersivos que podemos visitar, pues no solo se centra en el conflicto, si no en muchos de los paradigmas de la sociedad mexicana de ese entonces, sobre la manera política y social de visitar el país de aquellos años, vista desde distintas generaciones de una familia común. El filme, arriesgado por hablar de lo que se considera todavía un tema delicado, y más para los años de su estreno (1990) es que se ganó un lugar en la historia del cine nacional, pero sobre todo en la mente de sus espectadores.
En el caso de la televisión, y siendo un trabajo mucho más reciente, podemos encontrar “Un extraño enemigo”, serie producida por Televisa y estrenada exclusivamente en Amazon Prime. En este trabajo tenemos una vista un tanto distinta de los sucesos, pues ahora tenemos un enfoque totalmente político de los sucesos, y que nos habla de cómo Fernando Barrientos, interpretado por Daniel Giménez Cacho, junto a varios actores políticos de ese entonces, planearon la asunción de Luis Echeverría al puesto presidencial después de Díaz Ordaz, a través de las marchas estudiantiles en las cuales tenían a varios policías infiltrados. La serie, también producida por Arturo Ripstein, el gran director del Castillo de la pureza, nos regala un trabajo más oscuro y profundo desde la perspectiva que pocos conocemos de los acontecimientos. Con un enfoque más Noir, o detectivesco y de drama político, es que se construye esta magnífica serie que te dejara con varias escenas marcadas para siempre en tu memoria, incluso con trabajos de restauración sobre las grabaciones fidedignas durante la masacre en la plaza.
Para terminar, y con más trabajos detrás que abracan muchas épocas, podemos encontrar el filme “Olimpia” de José Manuel Cravioto. Filme animado enteramente en rotoscopía, una técnica de pintura por casi cada fotograma de la película es que se consagra como una obra comunitaria en la que varios artistas expresaron su talento para la construcción de la historia de tres estudiantes que se conocen y toman fotografías de los acontecimientos antes y durante la operación Olimpia, con el sueño de ser periodistas, y levantar su voz en la creciente vibra revolucionaria de la época, es que este trabajo resalta por la técnica, por la historia y el buen cuidado de la representación histórica, desde un punto de vista más propositivo es que la película brilla dentro de muchos trabajos de esta índole, y que como dato curioso, cientos de alumnos de la UNAM, se unieron para pintar, filmar y ayudar a la creación de la película.
El cine, como séptimo arte es un reflejo de la realidad, de donde se habla y denuncia sobre las injusticias del mundo exterior, es por eso que aún al día de hoy y como recuerdo del aquellos días tan oscuros que le tocó a nuestro país ser partícipe es que filmes y series como estas aún siguen manteniendo su importancia, para que podamos comprender la oscura mancha histórica que cargamos en la sangre lo que hoy llamamos nuestra historia. El dos de octubre no se olvida, sabemos perfectamente quienes fueron los responsables de la sangre derramada en Tlatelolco.
