El expresidente Enrique Peña Nieto habría recibido 25 millones de dólares de empresarios israelíes para garantizar contratos como la venta del software espía Pegasus durante su sexenio. Así lo reveló un reportaje del diario israelí The Marker, que documenta el arbitraje entre Avishai Neriah y Uri Ansbacher, dueño de Grupo KBH, quienes pelearon por el control de sus lucrativos negocios con el gobierno mexicano.
En el laudo arbitral, ambos empresarios admitieron haber hecho una “inversión” millonaria para obtener acceso directo al entonces Presidente, identificado como “N” o “El Hombre Mayor”, con quien se habrían comprometido a organizar reuniones valuadas en hasta 5 millones de dólares cada una. La disputa surgió porque Ansbacher exigía recuperar los fondos prometidos por Neriah al disolverse su sociedad tras el fin del mandato de Peña en 2018.
El texto detalla que la sociedad de los empresarios se fracturó justo cuando terminó el sexenio priista, pues el cambio de administración redujo la influencia que tenían en el gobierno federal. Documentos del arbitraje apuntan que las reuniones con Peña Nieto eran consideradas un “activo” y un negocio compartido, dejando en evidencia la corrupción y el tráfico de influencias que habrían facilitado la compra de Pegasus.
Además, en el juicio contra Juan Carlos García Rivera, empleado de KBH, un testigo declaró que Uri Ansbacher recibía instrucciones directas de Peña para espiar objetivos específicos, confirmando el uso político y personal del software espía. Estos hechos profundizan el escándalo de Pegasus en México y evidencian la colusión entre empresarios y el más alto nivel del gobierno para el espionaje ilegal.