El 22 de mayo de 2025, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos revocó la certificación de la Universidad de Harvard para inscribir a estudiantes internacionales bajo el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP). Esta medida impide que la institución admita nuevos alumnos extranjeros y obliga a los aproximadamente seis mil 800 estudiantes internacionales actuales a transferirse a otras universidades o enfrentar la pérdida de su estatus legal en el país.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, justificó la decisión alegando que Harvard no cumplió con solicitudes federales relacionadas con la entrega de información sobre estudiantes extranjeros presuntamente involucrados en actividades ilegales. Además, se acusó a la universidad de permitir un entorno que propicia el antisemitismo y de mantener vínculos con el Partido Comunista Chino, aunque estas afirmaciones no han sido respaldadas con pruebas concretas.
En respuesta, Harvard calificó la acción como ilegal y expresó su compromiso de apoyar a su comunidad internacional. La universidad destacó la importancia de los estudiantes extranjeros en su entorno académico y anunció que buscará vías legales para impugnar la decisión.
Este conflicto se enmarca en una serie de tensiones entre la administración federal y la institución académica, que incluyen la congelación de más de 2,200 millones de dólares en fondos federales y amenazas de revocar su estatus de exención fiscal. La situación ha generado preocupación en el ámbito educativo y podría tener implicaciones significativas para la movilidad estudiantil internacional en Estados Unidos.