Fernando Hernández Maldonado, director de Salud Pública, dio a conocer que, derivado de la movilidad social, relajamiento de medidas y las nuevas variantes del virus COVID-19, el país transita por una tercera ola epidémica, pero en San Luis Potosí se está al límite para atenuarla, por lo que hizo un llamado a no bajar la guardia y fortalecer las medidas sanitarias.
El director de Salud Pública refirió que San Luis Potosí presenta un incremento moderado de casos en las últimas dos semanas, aunque afortunadamente no se ha visto reflejado en hospitalizaciones y decesos, por lo que se hizo también el llamado a los habitantes de la Delegación de Villa de Pozos a estar muy atentos y no relajar las medidas sanitarias.
Carlos Aguilar Acosta, comisionado estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios, llamó a hacer un esfuerzo mayor para evitar regresar a medidas de restricción social que afecten una economía en recuperación; estas medidas son: el uso obligatorio de cubre bocas en todo momento, evitar acudir a lugares concurridos y lavado de manos constante, “si hacemos esto podríamos hacer que la ola epidémica en San Luis Potosí sea distinta a otros estados que tienen mayor intensidad”.
El promedio de los últimos ha sido de unos 70 casos, para llegar a 65 mil 711 confirmados de 192 mil 676 personas estudiadas; se han descartado 126 mil 276 personas y la cifra de pendientes de estudio es de 689 sospechosos. Los decesos subieron a 5 mil 686 con un índice de letalidad que bajó a 8.65 decesos por cada 100 casos.
En hospitalización se encuentran 56 personas: 18 estables, 22 graves y 16 intubadas; el porcentaje de ocupación hospitalaria de pacientes COVID sin necesidad de ventilador es de un 7 por ciento, mientras que en pacientes con necesidad de ventilador se ubicó en 8 por ciento.
