Según fiscales federales, la posibilidad de imponer la pena de muerte contra Rafael Caro Quintero sigue “sobre la mesa”, en medio de los cargos por su presunta responsabilidad en la tortura, secuestro y asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985.
En una audiencia celebrada en Brooklyn, la fiscal Saritha Komatireddy declaró que aún no se ha tomado una decisión formal sobre la pena capital, pero que ésta será determinada en la próxima sesión judicial pautada para el 18 de septiembre. Asimismo, se dio a conocer que se planea presentar como evidencia grabaciones de la tortura infligida al agente, catalogadas como “extremadamente sensibles”.
Caro Quintero, de 72 años y conocido como uno de los “jefes de cártel más malvados del mundo”, enfrenta cuatro cargos en EE. UU., incluyendo organización criminal continuada que contempla hasta diez delitos distintos, entre ellos conspiración de asesinato. El principal cargo implica una sentencia mínima de cadena perpetua, pero si se decide solicitar la pena de muerte, la Fiscalía deberá contar con la autorización del Fiscal General estadounidense.
La entrega de Caro Quintero a Estados Unidos el 27 de febrero tras una operación especial de México, sin el marco de una extradición convencional, permite a las autoridades estadounidenses optar por la pena capital, ya que no están sujetas a las restricciones del tratado bilateral. Estas circunstancias legales podrían marcar una diferencia crucial en el proceso legal.
Con Caro Quintero recluido bajo estrictas condiciones en el Centro Metropolitano de Detenciones de Brooklyn y protegido por un abogado especializado en casos de pena de muerte, el caso sigue bajo máxima atención. La audiencia del 18 de septiembre será decisiva para definir si enfrentará juicio con riesgo de sentencia capital o quedará limitado a una condena vitalicia.