Por primera vez, un equipo mexicano de robótica estudiantil llegó a la etapa final del campeonato mundial más prestigioso en su categoría, el FIRST Championship, realizado en Houston. El conjunto LamBot 3478, integrado por estudiantes de PrepaTec San Luis Potosí, se coronó campeón de su división, logrando lo que ningún equipo del país había alcanzado: competir en la fase definitiva, conocida como Einstein, donde se enfrentan las ocho mejores alianzas del mundo.
La competencia reunió a 600 equipos de diversos países del miércoles al sábado pasados. LamBot, conformado por alrededor de 40 estudiantes y liderado por la coach Laura Tapia, se convirtió en el único representante mexicano en llegar tan lejos. Aunque no obtuvieron el título absoluto, su pase a la ronda final es ya un parteaguas para la robótica nacional.
“Lograron llegar a lo que nunca antes habían llegado”, declaró Francisco Guerra, líder nacional de Robótica PrepaTec. “A nivel mundial hay muchos equipos muy fuertes que se quedaron atrás en el camino. Podríamos considerar que LamBot es mejor que todos ellos. Es un súper logro para México”.
El espíritu de unidad también marcó la experiencia. Desde las gradas, equipos de PrepaTec, instituciones mexicanas y compatriotas que forman parte de grupos en Estados Unidos alentaron con entusiasmo al conjunto potosino.
El triunfo también se sintió fuera del campo de competencia. Francisco Guerra fue galardonado con el Premio Woodie Flowers, que distingue al mejor coach del certamen por su capacidad de liderazgo en ciencia, ingeniería y diseño. Es la primera vez que un mexicano recibe este honor.
Guerra ha estado ligado al movimiento de robótica por más de una década, primero como mentor del equipo regiomontano Botbusters y actualmente como coordinador nacional de PrepaTec en esta disciplina.
“El trabajo que se está haciendo en México se está viendo reflejado en los logros”, expresó. “Ya no somos un equipo que va a Estados Unidos a competir. Hemos ganado de manera justa”.
El avance de LamBot 3478 y el reconocimiento a Francisco Guerra constituyen un doble triunfo para México en el ámbito de la robótica internacional. Son evidencia de una comunidad científica y estudiantil en ascenso, que ya no solo participa, sino que compite al nivel de los mejores del mundo.